Es tarde, y los míos duermen,
uno a la distancia, otro aquí en mi cama...
Y contrario a lo de costumbre,
no puedo dormir, tal vez sea por
la coca-cola que ingerí.
Pero a pesar de la cafeína en mi sistema,
aún así lo pude percibir,
fueron solo tres palabras,
pero lo sentí...
Todo este tiempo traté de justificarlo,
pero mis sentidos no podian ignorarlo,
era verdad, no me había equivocado,
percibí tu astucia, tus ansias de lograrlo...
Y me sentí fragil... demasiado a decir verdad...
Pero tuve que recordar que,
ese elaborado disfraz de angel de luz no bastó,
no pudiste ganar, aunque la fuerza del golpe
pudo ser fatal...
Hoy puedo ver claramente,
que aunque no fue poco lo que hiciste,
aun en mi debilidad obtuve la victoria.
Tú peleaste por tu cuenta,
yo clamé a Quien me da la fuerza,
y ¡en mi fragilidad obtuve la victoria!
Pues es Él en mí que se hace fuerte,
Creíste que era yo,
pero fue con Él con quien luchaste.
Y Tuve que volver a recordar que,
entre más fragil me sienta, no debo de temer
pues es mi Dios en mí,
quien me hace aún más fuerte!!