GRIETAS...

No sé, pero hace tiempo que me he estado sintiendo un poco extraña.

A donde volteo mi corazón se decepciona.... Y me siento carente.
Me miro a mí misma y estoy en tierra árida.... las grietas se abren... no hay una sola señal de humedad. El viento sopla tan caliente que quema mi cara. Las lágrimas se derraman. Lloro sin saber por qué y una tristeza muy profunda invade mi ser.

Carente. Me siento carente de propósito. No hay motivación alguna a mi alrededor. La tierra árida ha empezado a agrietar mi corazón.... y esta tristeza que cada vez se hace más profunda ha empezado a afectar mi interior.

Nada. Siento que no puedo hacer nada. Una desesperación me invade, la impotencia me desgarra... ¿Quién me dijera dónde encontrar un oasis en medio de tanta desolación?

¿Cuántos pasos más avanzar para encontrar al fin una respuesta?, ¿Cuántos días más esperar a que esto acabe? A duras penas puedo dar un paso. Mis pies no pesan más que mis pensamientos... son como plomo. Parece tan difícil movilizarse cuando el más mínimo de los esfuerzos pone en peligro la vida. Y la pregunta es... ¿Avanzo, o simplemente me quedo aquí a esperar que del cielo caiga alguna gota de esperanza? En ambos casos el desenlace puede ser fatal.

No importa.... Me he decidido. No puedo esperar más. Con las pocas fuerzas que me quedan, y contra toda mi debilitada humanidad muevo mis pies... un solo paso a la vez.

He levantado mi cabeza... No más miradas agachadas... Miro hacia el horizonte, y no sé, tal vez es mi imaginación... pero el viento no parece tan caliente ahora.... a lo lejos, a lo lejos se vislumbra una pequeña nube... tal vez tenga el tamaño de mi mano.... Pero, es una nube.

Y entonces sonrio como si fuera a llover....

Paradoja....

suspendida en el tiempo... meditando en lo sucedido a mi alrededor. una paradoja acompaña a mi corazón.

Sorprendida por Tu fidelidad, al leer ese mensaje en aquel celular, un calor invadió mi ser. Lo que habías prometido se estaba cumpliendo. Me alegré por dentro, pero no pude dejar de sentir miedo.

Y es que en ese preciso momento fue como si el mundo se detuviera. Tu ya lo había dicho... pero muy dentro de mi, puede que la duda haya dejado un hilo de su esencia. Pero tú. Aún sabiéndolo no te detuviste, aún así seguiste como para comprobarme tu verdad.

Ahora no sé cómo sentirme. Me alegra el saber que estás conmigo, pero me duele saber que otros sufren. Y tu palabra: No te metas, dejamelo a mí. No sé si sentirme bien sea malo. No sé si alegrarme o igual entristecerme.... Es que.... cómo actuar? Qué decir? cuando sabes demasiado???

Y a lo lejos se escucha música... Quisiera olvidar lo sabido.... pero al mismo tiempo quiero saber lo conocido. No me arrepiento, y por más que duela solo te lo pido.... No me ocultes nada.

Aunque duela. Aunque dude. Aunque después prefiera no saberlo...... Dímelo todo por favor.