Creo que en este tiempo de igualdad de géneros, las mujeres hemos perdido nuestra identidad al tratar de ocupar un lugar el cual no nos pertence. No me mal entiendan, estoy de acuerdo en que defendamos nuestros derechos como mujeres para evitar el maltrato o el abuso, pero no estoy de acuerdo en que peleemos por usurpar el lugar de los hombres...
Y en esta lucha, perdimos nuestra esencia.
Cada día vemos cómo la moral se va degradando y precisamente anoche en una plática entre matrimonios no faltó el varon que dijera aquella conocida pero verdadera frase que dice: "El hombre llega hasta donde la mujer quiere". Habrá quienes no estén de acuerdo, pero en lo personal pienso que mientras la mujer diga: "No", nada sucederá.
Son demasiadas mujeres que en busca de la igualdad, han bajado sus estándares dejándo que cualquiera determine su propio valor, cuando somos nosotras las que debemos enseñar al mundo cuánto valemos...
Y por ahi en el baúl de los recuerdos encontré un libro de uno de mis escritores favoritos, T.D. Jakes, en el cual describe con refinada precisión lo que nosotras jamás debimos olvidar.
"El tipo de mujer tras la cual iría un hombre no necesita estar muy disponible. Es muy valiosa para estar disponile para cualquiera que pase buscando a alguien. Los hombre pueden ir tras las mujeres fáciles pero es muy raro que las valoricen o se casen con ellas. Cualquier cosa que sea muy comun reduce su valor. Él debe sentir que tiene algo raro y sagrado... Una mujer de excelencia no es un juguete con el que todos los hombres juegan; ella es la frágil vasija de cristal que todos sostenemos y admiramos. Un hombre sabe la diferencia. Él modifica la manera de hablar delante de ella .Ella es una mesa con un rotulo de "reservado". es una pieza de exibición marcada con un letrero de "mirar pero no tocar". Es la envidia de lo ordidnario y el objeto de atención del experto. Sus palabras son mucho más glamorosas que sus vestidos. Está cubierta con la joya de unos ojos brillantes y el esplendor de la esperanza..."
Espero te haya gustado, lo hayas entiendido y decidas que nadie jamás robará tu esencia : Más que mujeres, somos unas damas a las cuales los varones deben buscar, perseguir y una vez que nos tengan, respetar y admirar.