Hoy, entre una de esas discusiones cotidianas que salen de la nada escuché las dos frases que me han hecho suspirar todo el dia...
Es increíble la manera en que el sonido de tu voz y la luz en tu mirar pueden hacerme enmudeder... y que quiera al instante comerte a besos.
¿Es acaso que me amas?
Sólo tú sabes cómo derribar mis argumentos y dejarme sin palabras... y al mismo tiempo hacerme sentir amada.
Me sorprende que ni la rutina, ni las obligaciones, ni el estrés, ni aun el cansancio puedan borrar esa expresión en tu cara cada vez que me dices..... eso que solo tú y yo sabemos.
Percibo cada vez un amor más tierno, más firme y más maduro... Tu amor es como el buen vino, y como tal me embriaga, y a pesar de todo eso que se dice del matrimonio, aún puedo suspirar cuando te recuerdo.
Te amo, y al mismo tiempo me intrigas....
Y entonces recuerdo que tengo toda una vida para descifrarte, y por eso alabo a Dios y le doy gracias por el bendito matrimonio.
PD: para ti mi amado esposo.
Martha Martínez
Agosto 2010
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