jueves, 28 de mayo de 2020

¿Quién puede dar descanso al corazón cansado?

Hay un verso en la biblia que siempre ha hecho eco en mi corazón, ha estado ahí desde hace años sin saber cómo transmitir lo que siento cada vez que lo escucho o que mis ojos pasan de nuevo por sus letras.

"¡Oh Señor! si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes..." Isaias 64:1a (RVR1960)

Otra traducción dice:

"¡Dios nuestro! cómo quisieramos que abrieras el cielo y bajaras, haciendo temblar las montañas con tu presencia..." (TLA)

Es un clamor del corazón, tal vez por eso me identifico con el.

Es un anhelo de conocer más del Dios no conocido, del Dios que se esconde para ser encontrado, del Dios que puso un “detalle de eternidad” en el corazón de los hombres para que no pudieramos encontrar satisfacción en ningun otro lugar más que en su presencia...ante el Eterno.

El verso ha vuelto a mi mente, no hice más que suspirar... pero no un suspiro de aliento, sino uno de ¿hasta cuándo?

Y me gusta cuando siento que Dios responde a mis preguntas.

Corriendo el peligro de pasar desapercibido por las multiples tareas diarias, un susurro se hizo sentir en mi corazón: "Yo ha he descendido a la tierra... no solo rompí los cielos para descender, sino que rompí la fuente de una mujer virgen, y me abrí paso hasta llegar a la tierra como el ser más indefenso y vulnerable, para estar con ustedes." 

Al instante, otro verso resonó fuerte en mi:

" Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y verdad" Juan 1:14 (RVR 1960)

Si pudiera hablar con Isaías para decirle que, aquel clamor de aquella oración ha sido contestado. Que Dios mismo descendió del cielo y no solo hizo temblar y arder los montes, sino los corazones de todo aquel que se le acercó. Sí, de todo el que se le acercó hace 2000 años y de los que se siguen acercando 20 siglos después.

"¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las escrituras?" Lucas 24:32 (NTV) - Dijeron unos de camino a Emaus refiriéndose a Jesús.

Y es que ¡Hay gloria en El! Hay un poder en Jesús y sus palabras que el corazón humano no puede resistir. 

Cansados de tanta mentira y falsedad que tenemos que enfrentar cada día, nuestros corazones anhelan encontrarse con aquello que es verdadero.

 ¿Quién puede dar descanso al corazón cansado?

Cansado de: tantas mentiras, de tanto sufrir, de ser rechazado, de no ver lo esperado, de buscar y no encontrar, de pedir y no recibir, de no entender, de perder, de querer viviri y no poder... sí mi amigo, el cansancio del corazón tiene varios disfraces, unos lo llaman depresión, otros ansiedad y otros nombres más.

¿Quién puede dar descanso al corazón cansado? Hay Uno. 

"Aquel que es la Palabra (Jesús) , habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros.” Juan 1:14a (TLA)

Jesus te entiende... puedes estar seguro de eso. Sabe de dolor, de rechazo, de ansiedad, de escasez, de persecución, de traición, de peligro de muerte, e incluso, si te estuvieras enfrentando a la misma muerte, aún ahí, El te entiende a la perfeccción.

Veo personas encontrando "espacios temporales de descanso" al estudiar las estrellas y el cosmos; a otras encontrando cierta satisfacción alabando el poder de aquel “ángel” que cayó; y también están aquellas que intentan encontrar respuestas a las grandes interrogantes de la vida buscando en su interior.

 No puedo dejar de pensar: ¿Qué sucedería, si se encontraran con el Dios que formó el mundo, el universo, la luna y las estrellas? ¿Qué si se encontraran de frente con el poder de Aquel que destituyó de toda gloria a quien ahora adoran en la oscuridad? ¿Qué si pudieran hablar con Aquel que del polvo les formó?

Juan dijo:" Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios...” Juan 1:14b (TLA)

Hay un poder en Jesús que hace palidecer cualquier otro poder...pero el corazón cansado sigue buscando.

Busca amor y busca verdad. 

No importa el nombre de tu búsqueda, todo se resume a estas dos: Amor y verdad. Queremos ser amados, aceptados, sentir que pertenecemos... y tenemos la necesidad de saber, de conocer, de experimentar; necesitamos la verdad.

"...Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios,
pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad." Juan 1:14 (TLA)

¿Quién puede dar el descanso al corazón cansado? Hay...sólo...Uno. 

Uno que descendió y habitó entre nosotros, que no solo hizo temblar los montes con su poder, sino tambien nuestros corazones al llenarlo con su amor y abrir nuestros ojos a su verdad.

Hay respuesta para nuestro clamor. Cuando las fuerzas no dan más y cuando el temor nos rodea por todas partes. Cuando el corazón se cansa de buscar y preguntar tratando de encontrar un por qué, una razón de ser a nuestra situación..... Hay respuesta para ti.

Es algo sobrenatural, que por más que quiero, no puedo explicarlo...

¿Cómo te explico que Dios mismo, el que creó el cielo, la luna, las estrellas y todo lo que existe, bajó del cielo para estar con nosotros y ser como uno de nosotros; y que con su poder y su presencia quiere dar el tan anhelado descanso a tu corazón llenándolo de amor y de verdad?

Ahora mi clamor es distinto, puedo parafrasearlo de la siguiente manera:

"¡Oh Dios, si rompieces toda barrera de dolor e incredulidad,  y descendieras a cada corazón para que te conozcan como el Hijo único de Dios, mostrado todo el amor y toda la verdad que tanto necesitan, y a tu presencia sus corazones se derritieran en amor por ti”... Amén."

Aun clamando,
Martha Martínez de Valle.
Mayo 2020.









sábado, 29 de febrero de 2020

IDENTIDAD

¿Se puede  conocer a alguien realmente?

Me refiero a ese "conocer" en su totalidad.

En lo personal creo que es arrogante creer que conocemos "el todo" de alguien solo por haber pasado algunos años a su lado. Y somos prontos a juzgar y emitir juicios en base a lo poco que hemos visto.

He estado con personas por bastantes años y, en un momento dado, me he preguntado: "¿Quién eres?". También me ha tocado estar al otro lado; creí tener amistades que me conocían bien, pero llegado el momento, me juzgaron mal, haciendome pensar: "Creí que me conocías."

Pero no puedo ser tan exigente, para ser justos y poner las cosas en balanza, (a veces) ni yo me conozco realmente. Me he encontrado en situaciones bajo mucha presión donde mi respuesta me ha sorprendido más de una vez, llegándome a preguntar: "¿Por qué reacciono así?".

Deuteronomio 8:2 dice que Dios llevó al pueblo de Israel al desierto para "ver qué había en sus corazones".

¿Cómo puede un Dios omnisciente no saber lo que había en los corazones de aquellas personas? ¡Claro que lo sabía! La intención de Dios era que ellos mismos se dieran cuenta de lo que tenían guardado en sus corazones.

Si alguien nos conoce es Dios.  "El nos creó a su imagen y semejanza", así que tiene una idea bastante clara de lo que estamos hechos. Muchas veces somos nosotros los confundidos. Pero para aclarar las cosas un poco, permite que, de vez en cuando, lleguen "desiertos" a nuestras vidas que saquen de nosotros lo "mejor"o lo "peor".

Dicen los que saben que si realmente quieres conocer a alguien, debes observarles en una situación de bastante estrés. Y me da pena decirlo, pero algunas veces (o muchas tal vez), yo no he sabido manejar muy bien las cosas.

¡Pero hay esperanza!

Hay esperanza si puedes ser lo suicientemente humilde como para reconocer tus fallas: Que no lo sabes todo, que tal vez estabas equivocado, que nuca es tarde para aprender, o des-aprender, o re-aprender lo que por años estabas haciendo mal.

Mientras seamos humildes, habrá una puerta abierta a la introspección. A echar un vistazo a nuestro interior para ver si las cosas en nuestra alma y corazón están funcionando bien: Si tenemos el valor de seguir amando, si podemos perdonar, si nuestra fe sigue intacta a pesar de las desilusiones; ver si no se nos han atrofiado los sentimientos con el dolor, la envidia, el resentimiento o la amargura.

Sí, a veces son necesarios los desiertos para conocernos mejor, y sobre todo para conocer la fidelidad de nuestro Dios:

"Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente" Oseas 2:14 NTV

Solo en el desierto conocemos que Dios es tierno, y muchas de sus otras cualidades.

Qué importa si nadie más nos conoce realmente, Dios nos conoce y no pierde oportunidad de reafirmar nuestra identidad.

Y en ese "conocer" de Dios y conocernos a nosotros  que podemos hacer frente a la vida con una actitud renovada, sin importar qué digan de nosotros, las opiniones de los demás saldrán sobrando, pues no nos definirán.

Ninguna "etiqueta" nos detendrá ni nos amedrentará.

Es esa libertad en la que debemos caminar porque; primero: sabes bien Quién es tu Dios; y segundo: sabes bien quién eres y de lo que estas hecho, y de lo que eres capaz de lograr.

Y antes de terminar, solo te pido: silencia las voces de allá afuera, voces de una sociedad que avanza vertiginosamente sin importar a quien deja de lado en el camino; y toma un tiempo para reflexionar, para apreciar tus habilidades y fortalecer tus debilidades.

Al hacer esto, estarás regalándonos lo mejor de ti.

Identidad  sobre todo,
Martha Martínez de Valle.
Febrero 2020.











Hoy llueve

Hoy llueve.

El suave sonido de la lluvia  trae la tan añorada paz,
El olor a tierra húmeda ordena los pensamientos y aligera los deseos.

Suspiro tras suspiro se hace tarde en la vida,
te quedas como ausente, inconsciente...adormecido.

Irónicamente el insomnio asecha,
Como luceros incansables persiguen.

Quizás fue todo un sueño,
noches con estruendosos sonidos en la cabeza.

Tan cerca y tan lejos, primeros y últimos,
tan vivos tan muertos, tan todo tan nada.
Luego el silencio.

¿Cuánto tiempo y cuántas veces?
¿Por qué  tan solo un intento?
El último, el único...

Un mal comienzo, un mal recuerdo.
Un sin sabor que confunde.

¿Quién pudiera manipular los tiempos,
y conocer las intenciones del corazón?
Conozco a Uno.

Gusta del azul de los recuerdos,
Tratando de encontrar y de entender,
pero se pierde en sus propias acrobacias.

Abruma la curiosidad, 
La mente no deja de dar vueltas.
Hasta que mira el azul del cielo tan abismal como un océano,

¿Quién pudiera manipular los tiempos,
y conocer las intenciones del corazón?
¡Conozco a Uno!

Una luz quedó encendida al pie de la ventana,
como susurrando su inminente despedida.

Pero hoy  llueve, y el suave sonido de la lluvia trae la tan añorada paz;
Y el olor a tierra húmeda ordena los pensamientos y aligera los deseos.


Martha Martínez de Valle,
Octubre 2019.