martes, 18 de marzo de 2014

Cansada

Me siento agotada. Mis días comienzan a las 5.00 a.m. y terminan por eso de las 12 ó 1 de la madrugada. Aunque me las ingenio para dormir una siesta en las tardes, aún así, siento que no es suficiente.

Siempre tengo sueño. Es un cansancio físico, emocional y tal vez, también espiritual.

Hay tantas cosas por hacer, e irónicamente un día de 17 ó 18 horas no alcanza. Dos, tres e incluso cuatro tazas de café no son suficientes para elevar mi energía... pero hago el intento.

Debo pensar que esto es temporal, ya vendrán tiempos menos ajetreados. Tiempos donde se podrá descansar y tal vez añorar los días en los que el tiempo no alcanzaba. Debo pensar que estoy labrando un camino y un ejemplo a mis hijos, ellos vienen detrás. Así que suspiro (últimamente he llegado a pensar que suspirar es ahogar los gritos que no se pueden dar) y suspiro demasiado a decir verdad.

Pero debo continuar, seguir hacia adelante hasta mirar la salida de toda esta vorágine. El día llegará cuando miraré hacia atrás y complacida sepa que mis mejores años se me desgastaron en servir a mi familia, mi comunidad y a mi Dios.


Cansada, muy cansada...
Martha Martínez de Valle.
Marzo 2014.



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