sábado, 21 de junio de 2014

La doble moral

Hoy estoy enojada, mejor dicho algo molesta. Bueno, está bien lo admito, muy enojada.

Hay quienes dicen y afirman ser una cosa. Proclaman a los cuatro vientos un estilo de vida y un estatus que bien cuidan no perder, pero nada más cambian de ambiente, de círculo social o bien de ciudad, también cambian sus personalidades, sus creencias y su fe.

No me pregunten por favor. Siempre he dicho que me gusta saber para no pasar por ignorante, pero a veces saber demasiado duele demasiado.

Y me enoja bastante ver que, algunos, entre la gente se cuidan las espaldas meticulosamente , pero cuando creen estar a solas, cuando nadie mira pueden hacer o decir lo que se les plazca, como si cuidarse de la gente importara, de quién hay que cuidarse es de quien todo lo ve.

Pero no debo juzgar, mejor dicho, es nuestro deber tener misericordia. Quienes así actúan es porque son ignorantes. Sí. No saben y no han conocido a quien dicen llamar Dios. Porque si le conocieran lo amaran, (imposible no hacerlo), y si lo amaran, guardarían sus mandamientos. "Si me amáis guardad mis mandamientos".

Y entre sus mandamientos está el "No fornicarás", como también: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", y uno más: "Bendecid a vuestros enemigos", por mencionar solo algunos...

Ahora comprendo. Es mucho más fácil declararse incrédulo o ateo ante el desafío de vivir una vida que exige comportarse de acuerdo a un nivel superior, por encima de lo que "todo el mundo hace". Eso me entristece pero debo admitir que cuando menos ellos son sinceros al decir que no están dispuestos a vivir con una doble moral.

Y debo sosegar mi enojo e indignación, pues debo mirar primero hacia mi interior y rogar al cielo que si alguna vez niego con mis actos lo que predico, se tenga de mí misericordia, Amén.





jueves, 12 de junio de 2014

Liberarse a uno mismo...

Hay corazones tan heridos que para protegerse a ellos mismos han levantado murallas, pero al mismo tiempo que mantienen a todos a raya se han aislado de medio mundo, y comúnmente solemos catalogarlos como malos. Pero incluso ellos en lo más recóndito, escondidos entre los recuerdos de la juventud albergan un atisbo de bondad.

Una bondad que a duras penas sobrevive, alimentada de imágenes y momentos vividos un millar de años atrás, o que al menos, así pareciera ser.

Pareciera que han pasado más de mil años desde la última vez que la ilusión iluminaba con una pícara sonrisa los rostros sin arrugas de los que ahora palidecen sin motivación y esperanza alguna.

¿Cómo se vive cuando pareciera que la vida misma se te ha ido? algunos se aferran a los recuerdos de lo que pudo haber sido. Mismos que lentamente carcomen los huesos; recuerdos y secretos muy bien guardados que enferman el alma, que deterioran el cuerpo.

Luchas internas por querer gritar a los cuatro vientos el dolor que se carga dentro, forcejeo por callar aquello que puede destruir lo que por años se ha construido. Una lucha interna que poco a poco envenena los tiempos, impidiendo así disfrutar de lo bello que aún se posee. Y digo "aún" porque incluso aquello que se tiene, con ésta actitud, se ve amenazado por perderse.

Y así es la vida, sin sabores y sin ilusiones, de aquel que ha decidido vivir una "pantalla", de aparentar ser lo que no se es. Sonrisas fingidas y sonoras carcajadas que son el envoltorio de un corazón doliente...

¿Qué hacer para liberarte del dolor? Lamentablemente nadie más puede hacer nada. Es una decisión personal, el remover las cenizas, el descender a lo más profundo de los recuerdos y despertar demonios dormidos que de tanto en tanto atormentan el alma. Es tener que abrir esa puerta del calabozo donde mantenemos prisioneros a aquellos que de alguna manera nos lastimaron al prometer e ilusionarnos, pero que luego se olvidaron. Es perdonarse una y otra vez por haber dejado atrás a aquel que de verdad nos amó pero que jamás volvimos la mirada al momento de marcharnos.

Liberarnos implica estar dispuestos a revivir esos momentos críticos, y volver a mirar a la cara a aquel que se burló de lo más preciado que poseíamos, mirarle y decir: "Te dejo salir". Es dejar salir de nuestro corazón a todos aquellos que manteníamos prisioneros, al mismo tiempo, que nos deleitábamos en venganzas imaginarias, sin saber que el principal afectado, torturado y machacado eramos nosotros.

"Sal por favor", decir en una frase decisiva que nos libere de una vez por todas del peso del ayer, para mirar hacia delante, encender la luz y re-decorar ese rincón de oscuridad y hacerlo un lugar de paz. Incluso la tierra necesita de "abono", de desechos orgánicos y mal olientes para volverse a nutrir y dar las mejores cosechas.... deja que toda podredumbre vivida abone y nutra tu alma para dar a luz lo mejor de ti.

Después de todo, por ahí dicen que la mejor de las venganzas es el olvido. Y no es por vengarse, sino liberarse, así que, olvida al agresor, olvida al viejo amor, olvida al traidor, olvida al que prometió.... olvida, ¡de verdad olvida! derriba tus murallas y camina hacia adelante.

¿Existe el riesgo de volver a ser lastimado? Claro que sí, pero bien valdrá la pena intentarlo por volver a tener una sonrisa genuina  y un corazón alegre otra vez.

"Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
—Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó:
—No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete."

70 veces 7 no es igual a "70x7"....

70 veces 7 es 7 elevado a su 70 potencia

7^70 es aproximadamente 1,43 *10^59 

Viene a ser 1.430 por 55 ceros detrás...

En otras palabras, perdonemos SIEMPRE, de la misma manera que Dios perdona nuestras faltas.


sábado, 7 de junio de 2014

Los cinco lenguajes del amor...

No, no voy a hablar de los cinco lenguajes del amor. (¡Vaya! Realmente extrañaba escribir, mis dedos escriben con una agilidad que me sorprende y nuevamente me descubro a mi misma disfrutando de hacer eso.)

Fue un largo mes entre la planeación y el día del evento de ayer.

Ayer, AMETS producciones junto con el Instituto Cajemense de la Juventud, patrocinados por el H. Ayuntamiento de Cajeme, llevamos a cabo la primer conferencia para matrimonios para la ciudad, y a pesar de todos los pronósticos: de ser entre semana, de hacer tanto calor, de creer que los matrimonios no necesitan consejos, de luchar contra los comentarios pesimistas, etc. podemos decir que fue un éxito total.

Casi cupo lleno, una excelente conferencia a cargo del Lic. Rafael Jímenez, y muy buenos comentarios por parte de los que asistieron, felicitaciones de nuestros patrocinadores, en fin. Gracias a Dios por este logro que apenas inicia.

Estoy muy cansada, pero con una alegría interior, esa que da cuando sabes que has hecho algo bien. Y con gusto decir: "lo volvemos a hacer".