Una bondad que a duras penas sobrevive, alimentada de imágenes y momentos vividos un millar de años atrás, o que al menos, así pareciera ser.
Pareciera que han pasado más de mil años desde la última vez que la ilusión iluminaba con una pícara sonrisa los rostros sin arrugas de los que ahora palidecen sin motivación y esperanza alguna.
¿Cómo se vive cuando pareciera que la vida misma se te ha ido? algunos se aferran a los recuerdos de lo que pudo haber sido. Mismos que lentamente carcomen los huesos; recuerdos y secretos muy bien guardados que enferman el alma, que deterioran el cuerpo.
Luchas internas por querer gritar a los cuatro vientos el dolor que se carga dentro, forcejeo por callar aquello que puede destruir lo que por años se ha construido. Una lucha interna que poco a poco envenena los tiempos, impidiendo así disfrutar de lo bello que aún se posee. Y digo "aún" porque incluso aquello que se tiene, con ésta actitud, se ve amenazado por perderse.
Y así es la vida, sin sabores y sin ilusiones, de aquel que ha decidido vivir una "pantalla", de aparentar ser lo que no se es. Sonrisas fingidas y sonoras carcajadas que son el envoltorio de un corazón doliente...
¿Qué hacer para liberarte del dolor? Lamentablemente nadie más puede hacer nada. Es una decisión personal, el remover las cenizas, el descender a lo más profundo de los recuerdos y despertar demonios dormidos que de tanto en tanto atormentan el alma. Es tener que abrir esa puerta del calabozo donde mantenemos prisioneros a aquellos que de alguna manera nos lastimaron al prometer e ilusionarnos, pero que luego se olvidaron. Es perdonarse una y otra vez por haber dejado atrás a aquel que de verdad nos amó pero que jamás volvimos la mirada al momento de marcharnos.
Liberarnos implica estar dispuestos a revivir esos momentos críticos, y volver a mirar a la cara a aquel que se burló de lo más preciado que poseíamos, mirarle y decir: "Te dejo salir". Es dejar salir de nuestro corazón a todos aquellos que manteníamos prisioneros, al mismo tiempo, que nos deleitábamos en venganzas imaginarias, sin saber que el principal afectado, torturado y machacado eramos nosotros.
"Sal por favor", decir en una frase decisiva que nos libere de una vez por todas del peso del ayer, para mirar hacia delante, encender la luz y re-decorar ese rincón de oscuridad y hacerlo un lugar de paz. Incluso la tierra necesita de "abono", de desechos orgánicos y mal olientes para volverse a nutrir y dar las mejores cosechas.... deja que toda podredumbre vivida abone y nutra tu alma para dar a luz lo mejor de ti.
Después de todo, por ahí dicen que la mejor de las venganzas es el olvido. Y no es por vengarse, sino liberarse, así que, olvida al agresor, olvida al viejo amor, olvida al traidor, olvida al que prometió.... olvida, ¡de verdad olvida! derriba tus murallas y camina hacia adelante.
¿Existe el riesgo de volver a ser lastimado? Claro que sí, pero bien valdrá la pena intentarlo por volver a tener una sonrisa genuina y un corazón alegre otra vez.
"Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:
—Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?
Jesús le contestó:
—No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete."
70 veces 7 no es igual a "70x7"....
70 veces 7 es 7 elevado a su 70 potencia
7^70 es aproximadamente 1,43 *10^59
Viene a ser 1.430 por 55 ceros detrás...
70 veces 7 es 7 elevado a su 70 potencia
7^70 es aproximadamente 1,43 *10^59
Viene a ser 1.430 por 55 ceros detrás...
En otras palabras, perdonemos SIEMPRE, de la misma manera que Dios perdona nuestras faltas.
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