lunes, 3 de noviembre de 2014

Es curioso...

Me duele la garganta... pero el tiempo apremia y no hay tiempo para enfermarse.

Es curioso, no tengo apetito... Sin embargo estoy desayunando.

No importa cuán delicioso esté el platillo, no sé si es por el dolor de garganta, el dolor del corazón o del alma lo que hacen que todo sepa insípido.

Pero hay una esperanza...

Hay que seguir hacia adelante confiando que quien nos dio la orden nos dará también la fuerza y Su gracia. Y aunque fuimos cuestionados, me conforta un susurro.... "misericordia es lo que pido".

Cuesta, cuesta bastante cerrar la boca cuando el alma grita, pero por misericordia, sólo por misericordia es necesario el silencio.

Es curioso, me duele la garganta y el corazón también... Sin embargo tengo paz.

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