Torbellinos remolinean en mi cabeza,
se hacen presentes en mis sueños,
y hasta en canciones a lo lejos los puedo escuchar.
Y de pronto la incertidumbre por el futuro me abruma,
no lo sé, yo no soy así.
Me ha tomado por sorpresa, sigilosamente se cerca.
Pero aún hay tantas cosas por hacer...
ahora todo se torna en emoción.
Se desarraiga mi alma de lo conocido para remontarme al por venir,
trato de sonreír, pero es más difícil de lo que creí.
Entonces, una lágrima toma su lugar.
Revolotea mi corazón. Y una vez más quiero volver a preguntar... Ese es mi derecho.
Pero también es Su derecho el callar.
Así que me conformo... su Gracia es y será suficiente.
¡Quiero volar! pero al mismo tiempo no quiero partir.
En el umbral de la incertidumbre calmo mis miedos y comienzo a confiar.
En confianza y sin perder la esperanza, esa será mi seguridad.
Martha Martínez de Valle,
Octubre 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario