Ya mi niño tiene 3 años. El tiempo pasó corriendo, y él crece aún más rápido que eso.
Anoche salí apresurada al área de lavadero, dicho de paso, área que mi niño sabe tiene restringida por los peligros de los detergentes, blanqueadores, químicos, etc., y dejé la puerta entre abierta. Fue menos de dos minutos, pero al querer entrar entre las prisas, al poner mi mano en el dintel, el portazo!! Mi hijo con todas sus fuerzas habia cerrado la puerta y me agarró los dedos a la altura de los nudillos. Vi estrellas, la luna y los planetas!! Subió el furor, se asomaron unas lágrimas, pero las contuve más por orgullo, ya que el dolor era considerable.
Regañé a mi pequeño de forma nada ortodoxa, él se echa a llorar y entre sollozos me dice: " Es que la cedé pada que mi hedmanita no se salieda". Al instante me tragué el dolor, el orgullo y ahora sí,las lágrimas rodaron. En su infantil mente él estaba protegiendo a su hermanita de los "peligros del lavadero". Lo tomé en mis brazos, lo abracé lo más fuerte que pude y lo besé tántas veces hasta calmar su llanto. Le dije: " mi amor, pérdona a mamá, le dolió mucho su mano por eso levantó mucho su voz"... Con su tierna voz de niño me contesta: " si mamá, pelo no lo vuelvas a haced, tú debiste cedad la puedta".
Mi pequeño tenía toda la razón. Está creciendo más rápido de lo que creía, a su tierna edad ya muestra señales de madurez, y enseña a mamá las más bellas lecciones de vida. Nunca imaginé tener a tan bello maestro en mi hogar. Me sorprende ver en él éstos destellos tan perfectos, a pesar de los defectos de su siempre apresurada mamá.
1 comentario:
no hay duda que son muy inteligentes :) que siga así Amiga DLB ;)
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