No pretendo presumir, pero a veces leo la Biblia. Y el día de hoy ha llamado mi atención el hecho de que al estar leyendo aleatoreamente un capítulo del Antiguo Testamento por aquí y otro del Nuevo Testamento por allá, aparece dos veces la misma palabra: "Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en el día de la provocación".... Interesante, ¿acaso Dios quieres enseñarme algo? Dos veces la misma frase, así que puse un poco de atención.
En Hebreos 3, Pablo nos dice: "No perdamos de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos. Me refiero a Jesús, modelo de fidelidad..." Heb. 3:1-2 (BLP)
1) Lo que entendí, es que en primer lugar: profesamos una fe. Se supone que si nos llamamos cristianos, debemos andar por el mundo proclamando, pregonando, y gritando a los cuatro vientos que tenemos una fe, o sea, UNA ESPERANZA.
En más de una ocasión he visto y escuchado a hijos e hijas de Dios lamentarse, quejarse y llorar como los que no tienen esperanza, y me avergüenzo al decirlo, pero también yo lo he hecho.
Cuando las cosas no han salido como las habíamos planeado, cuando la vida da un giro inesperado y nos sacuden el suelo, cuando un evento marca de manera desfavorable nuestras vidas... es duro, y difícil proclamar una esperanza. Pero somos Hijos e Hijas de Dios y el consejo Bíblico es: No perdamos de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos: Jesucristo, que es el modelo de fidelidad.
Somos infieles cuando damos la espalda a nuestro Dios. Y generalmente eso sucede cuando dejamos de confiar en Él, cuando dejamos que la angustia, la desilusión, el dolor, la amargura y los miles de preguntas sin responder se aniden en el corazón. Cuando desviamos la mirada y la fijamos en nuestras circunstancias en lugar de ese modelo perfecto de fidelidad: Jesús.
¡Cuán importante es mirar a Jesús! Cuando lo miro a El, mi sufrimiento no se compara al que él soportó en la cruz, si me quejo que me traicionaron, él responde: "A mí también y lo llamé amigo". Si le digo que lo que me hicieron no fue justo, Él me responde un amoroso: "Tampoco a mi me trataron con justicia, no cometí pecado y aún así me crucificaron". Y si leo un poco más me doy cuenta que como cordero fue llevado al matadero y de su boca no salió queja... Sí, es de suma importancia mantener la mirada en Jesús, nuestro modelo de fidelidad.
2) Luego dice: "Así como Moisés estuvo al frente de la casa de Dios, ahora Jesús está al frente de la casa de Dios que somos nosotros". Heb. 3:2-6
Y tres versiones lo dicen de la siguiente manera:
Reina Valera: (somos casa de Dios) si retenemos firme hasta el fin la CONFIANZA, (v.6)
Nueva Versión Internacional: (somos casa de Dios) con tal que mantengamos nuestra CONFIANZA y nuestra ESPERANZA. (v.6)
Traducción Internacional: (somos casa de Dios) mientras mantengamos firme la CONFIANZA y la ilusión que nace de la ESPERANZA. (v.6)
Aquí hay una condición, o sea, si no cumplimos con ella no podemos llamarnos "casa de Dios, pueblo de Dios, iglesia de Dios, hijos de Dios, cuerpo de Cristo, co-herederos de Cristo", etc. Y la condición es: Mantener la confianza, la fe, la esperanza, no un momento, sino hasta el final.
3) Se nos advierte:"No endurezcáis el corazón. 40 años el pueblo de Dios vio los milagros y maravillas de Dios en el desierto y aun así se atrevieron a tentarlo y probarlo". (v.8,9) No quiero extenderme mucho en este punto para no hacer más largo este escrito, pero, el pueblo de Israel después de haber visto la mano poderosa de Dios al librarlo de la esclavitud con todos esos milagros y prodigios, no tenían cara para dudar de El. Punto. Pero lo hicieron y Dios se enojo, y la consecuencia fue: No entrar en el reposo de Dios. En otras palabras, no entrar a la tierra prometida.
La tierra prometida, la bendición ya era suya, ¡¡¡y la perdieron!!! Por eso Pablo dice: cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e INCRÉDULO que los haga apartarse del Dios vivo (NVI) más bien exhortaos unos a otros día tras día, mientras dura ese "Hoy", para que la seducción del pecado no endurezca vuestras conciencias. Porque solo si mantenemos firme hasta el fin la confianza del principio, compartiremos la suerte de Cristo. (BTI) (v.12-13)
4) Habrá que mantener hasta el final la confianza del principio. Al principio es muy fácil emocionarnos. Pregúntenle a la gordita que decidida promete cada lunes iniciar la dieta para el martes olvidarse por completo de ella, o al que paga un mes del gimnasio para no volver la siguiente semana. Al inicio todo es fácil, lo difícil es permanecer.
Y nuestra lucha diaria es en este "permanecer", pero si queremos ver nuestra tan añorada tierra prometida tendremos que permanecer fieles, confiando en la esperanza que tenemos, confiando en lo que El ha dicho.
Termina el capítulo diciendo: como podemos ver, no pudieron entrar (a la tierra prometida) por causa de su incredulidad. Por su falta de fe. (v.19)
¿Aterrador? sí.
Puedo perder mi tan añorada bendición al pasarme la vida renegando y dudando si en realidad Dios dijo lo que creo que dijo, o que tal vez ya se olvidó de lo que me prometió. Si lo tiento dudando de su fidelidad, o lo pruebo diciendo: Si realmente eres Dios...
LA INCREDULIDAD: Nos endurece el corazón de tal manera que aunque tengamos frente a nuestras narices el más grande de los milagros, estemos indiferentes al mismo. Nos impide ver todas las bendiciones que Dios nos da al centrarnos sólo en aquella cosa que quiero en el momento, olvidando la providencia divina de la vida, la salud, el alimento.... la salvación.
Y Dios se lamenta: "Siempre andan vagando en su corazón y no han conocido mis caminos". (v.10) Conocieron sus obras, pero no conocieron al Dios de las obras. Conocieron la bendición, pero no al Dios de la bendición, y pensar que hay tantos que le siguen solo por lo que pueden obtener de él, pero no lo conocen a El.
40 años vieron maravillas en el desierto y dudaron. ¿cuántas veces has visto las maravillas de Dios en tu vida? No nos atrevamos a dudar de Su poder solo porque no responde a nuestro lloriqueo o caprichos momentáneos.
Pero qué diferencia, veamos la otra cara de la mondeda. Seguramente le conocía muy bien el que escribió: "El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?" Romanos 8.32
Dios nos ha dado lo más preciado que tenía: la vida de su propio hijo para la salvación de nuestras almas. No nos atrevamos a dudar por un instante.
Nótese la confianza con la que Pablo dice: "¿no nos dará también junto con El todas las cosas?". Cuando conoces el carácter y la esencia de Dios es fácil creer. Podemos estar seguros que: Sí, hay un Dios que nos ama. Sí, hay un Dios que ha prometido. Y sí, hay un Dios que no nos fallará.
No echemos a perder los planes que tiene par nuestras vidas al divagar en nuestros corazones y esperar sólo de su mano la bendición. Busquemos al Dios de la bendición y conozcamos le al grado de estar 100% seguros de quién es El y jamás, jamás volver a dudar de Su Amor, Poder y Fidelidad.
No se diga de nosotros: había grandes cosas de parte de Dios para ellos, pero por causa de su incredulidad no las recibieron.
¡Hola a todos! Este es mi pequeño espacio en el que puedo alejarme del mundo y concentrarme sólo en mis pensamientos... Lo llamo: "Mi lugar Secreto..." Aquí escribo todas esas cosas que, por una u otra razón no son tan fáciles de decir, pero sí de escribir... Así que, !Bienvenido! te dejaré escuchar mis pensamientos.
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