miércoles, 18 de septiembre de 2013

Un borroso, pero hermoso recuerdo.

Decía tener entre nueve o diez años, tal vez siete. No lo recuerda con exactitud.

Lo que recuerda muy bien es que dormían en la misma habitación su hermano y su "nana", no necesariamente por ser su abuela, sino por ser quien cuidara de ella y su pequeño hermano. Dos camas individuales y la nana en los tendidos en el suelo.

Dormida como siempre con un ojo entre abierto, tal vez por algúna minúscula deformidad en sus huesos faciales, la pequeña percibe una luz que entra por la ventana y le hace salir de su profundo sueño, que de verdad era profundo.

Al principio pensó que era la luz de un auto, de aquellos torcidos adolescentes que trasnochaban todos los fines de semana en el parque cerca de su casa, la amarillenta luz que tantas veces había visto anteriormente, que duraban un par de segundos resaltando las sombras de los árboles que se atravesaban a su paso para luego desvanecerse y quedar otra vez en total oscuridad.

Es un auto pensó. Pero esta vez la luz no desapareció. Cada segundo parecía más cercana, y más brillante. Más dormida que despierta ella se incorpora hasta quedar sentada de piernas cruzadas en la cama. De pronto la luz está dentro del cuarto.

La imagen siguiente es difícil de explicar. La habitación cuyas paredes eran de color azul celeste se veían blancas, pero no un blanco normal, un blanco que ni siguienra la blanca nieve se le puede igualar. Los muebles, los tendidos, el rostro de la nana dormida, que digo dormida, roncando en el suelo al lado de la cama, era del mismo color, miró al techo y el abanico tambien estaba blanco, miró a las puertas cafés del closet y todo era blanco... no, era más blanco que el mismo blanco.

Pero lo que más le llamó la atención es que nunguna sombra había en la habitación. Pudo voltear al piso debajo del escritorio que estaba frente a ella... todo era luz. Luz y una inexplicable paz.

Sintió demasiada curiosisad al punto de querer estar cien porciento conciente, en ese instante en el que dejas de estar dormida para estar completamente despierta, ella no sabe si son segundos o milésimas de segundo, pero en ese lapso en el que su cerebro estaba por cobrar la conciencia, el ruido.

La luz se redujo al tamaño de una pelota de beisbol suspendida en el centro de la habitación dando lugar otra vez a las sombras y con el zumbido como el de una abeja, lentamente se movió atravesando la ventana, que aunque las cortinas estaban abiertas, el vidrio estaba cerrado.

La pelota de luz queda suspendida unos instantes fuera de la ventana y poco a poco, de menos a más, el zumbido empieza a subir de intensidad al punto de llega a ser tan enzordecedor como el de un avión cuando va a despegar, como el de las turbinas que rompen con el silencio del viento y se prepara para emprender vuelo.

Zzzuuuuuummm!!!! y luego la oscuridad total.

Ahora ella está despierta pero con una gran pesadez en su cabeza, como aquella que sufren los que acaban de ser despertados después de ser interrumpidos de un profundo sueño que se niega soltarles, preguntándose si todo aquello sería sólo eso, un sueño.

Demasiada pesadez, "Fue sólo un sueño" se convence a sí misma, y se desploma nuevamente en su diminuta cama para volver a dormir profundamente.

Años han pasado y aún se pregunta si sólo fue un sueño. Si así lo fue, fue demasiado real, al grado de quedar grabado en su memoria como un recuerdo, uno que desearía recordar con más detalles, uno que hubiera querido decir estaba completamente conciente de lo que pasó..... pero no, lo único que puede decir es que era demasiado pequeña y que todo aquello quedó en un borroso, pero hermoso recuerdo.


No hay comentarios: