jueves, 17 de septiembre de 2015

De regreso al origen

Es fácil perderse en la vida.

Acelerada y sin piedad, la vida corre sin parar. Las responsabilidades y obligaciones, los compromisos y los desaires, todo conspira contra nuestra identidad, y es fácil perderse.

Malas amistades, malas decisiones, emociones que laten fuerte, acciones que nos hacen morder polvo. Y
es fácil perderse.

Alejarse demasiado de lo que fue y ya no es, y perder de vista quien solías ser.Es fácil perderse cuando la visión no va más allá de las paredes que nos rodean, del ir y venir cotidiano... rutinario.

Demasiadas voces gritarán a nuestro alrededor, y si no prestamos atención a aquellas que verdaderamente importan, saldremos confundidos.

Presta atención a aquellas voces que te traen de regreso a tu origen.
Aquellas que te recuerdan quién eres,
de lo que estás hecho,
y que reafirman el porqué estás aquí.

Justo cuando te sientas perdido, clama a lo alto, y la respuesta llegará: Una sonrisa, una melodía, o la llamada de aquella amistad de hace años.

Voces que te traen de regreso a tu origen, que te recuerdan que a través de ti, se puede ver la pureza, la dulzura, y la honestidad.

Tal vez por eso, por algún lado está escrito, que tu vida debe ser luz y sal. 

Que en tus ojos se pueda mirar la transparencia de un corazón limpio, que de ellos salga la brillantez de un espíritu en paz porque sabe quién es en realidad, que no aparenta, que no pretende ser lo que no es, o que finge aquello que los demás quieren ver para tener un lugar; pagando el alto precio de negar su esencia.

Que tu vida dé sabor a quienes te rodean, simplemente porque tienen la dicha de estar a tu lado. No niegues esa calidez humana que emana de aquel que sabe quién es, que no se ha perdido en los estereotipos de la sociedad; sé ese alguien que puede prodigar una verdadera sonrisa a un desconocido, simplemente porque es un buen día.

¿Es eso mucho pedir? Tristemente lo es.

Se requerirá la habilidad de un luchador de zumo para resistir las embestidas de todas aquellas cosas y personas que querrán distraernos y llevarnos lejos de nuestro origen. Pero la lucha valdrá la pena, te sabrás lleno, te sentirás pleno. Y sobre todo, sabrás quién eres y para qué has venido.

Vuelve a tu origen, no te pierdas entre las volteretas de la vida, regresa a lo que Dios quiso que fueras: un reflejo de Su Esencia, de Su amor y Santidad.

Regresa a tu origen, regresa a Dios, tu Creador.


Martha Martínez de Valle,
Septiembre 2015.


martes, 1 de septiembre de 2015

Hace calor...

Hace calor... no es de sorprenderse. Es lo habitual por estos rumbos. 42 grados ya estamos acostumbrados;  47 grados, bueno, ahi sí nos quejamos. Pero no se puede hacer un alto, las labores cotidianas tienen que seguir su curso. Lo único que podemos pedir es no enfermarnos de un resfriado, y yo ya siento malestar en mi garganta, ¡cielos!

¿Será el calor, será el cansancio con sus respectivos dolores de cabeza, será la nueva rutina? No lo sé. .. pero hoy fue uno de esos días que no nos gusta tener.

Noches de seis horas y dias de 18... y aun así no me alcanza el tiempo... y ese horrendo sentimiento otra vez: hoy no fuiste suficiente. ¿Acaso soy la única que se permite sentimientos así?

Siento algo enorme que me oprime el pecho. Ganas tengo de llorar, pero es tanto el cansancio que ni fuerzas tengo para hacerlo; como cuando tienes tanta hambre y del hambre que tienes ya ni hambre sientes... disculpame, sólo yo me entiendo.

Ahora me identifico con el salmista cuando decía "quien tuviera alas como de paloma, hacia a ti volara"... es ese sentimiento de querer alejarnos un poco, solo para retomar el aliento.

Suspiro...me perdono, te perdono, nos perdonamos... mejor ya no pienso.

Dejo todo de lado por hoy. Dejo todo en tus manos mi Dios. Agradecida estoy de que te acuerdas que tan solo somos polvo... tal vez eso explique el por qué de tantas fallas.

Así que, otra vez, ¡¡Me declaro incompetente, oh mi Dios!! Hoy, como siempre, ¡¡necesito de tus fuerzas!!

Dependiente,
Martha Martínez de Valle.
Septiembre 2015