Hace dias me encontraba meditando sobre cierto asuntillo por ahi...
He tenido la oportunidad de conocer de cerca a varios lideres, unos de ellos muy buenos, otros no tanto... y en base a mis experiencias con ellos, he podido llegar a una conclusion... pero antes dejame te cuento:
¿Has escuchado por ahi el término: "Celo ministerial"? se dice que hay celo ministerial cuando una persona se pone celosa de ver a otra persona operando en un ministerio igual o mayor al de ella.
A mi punto de vsita, esto suena tonto, porque, ¿Cómo es posible que me ponga celosa de algo que Dios está haciendo en y con la vida de otra persona? ¿Quién soy yo para celar lo que Dios hace en otros?... Pues, aunque usted no lo crea al igual que yo, tristemente los celos ministeriales, se dan.
No se precisa ser muy inteligente para darse cuenta, solo hay que observar un poco. Generalmente los que luchan con este mounstro verde hacen todo lo posible por "opacar" a quien brille más que ellos. Cualquier cosa se vale. Si eres un comun mortal como yo, sin cargo ni renombre, la difamación es una muy buena opción, pero si tienes el poder en tus manos la cosa cambia, se puede ignorar, betar, sentar o incluso hasta correr de tu territorio a esa lucesita que osa brillar más que tu.
Tratando de entender, me puse a pensar. ¿Qué pasa por la cabeza de esta gente? ¿Acaso no es Dios quien decide en su infinita gracia y misericordia derramar de su unción sobre quién Él escoja? Pero creo que entendí... o por lo menos llegué a una muy buena conclusión...
Esta gente degenerada, celosa, y envidiosa de lo que Dios hace en otros, son personas demasiado inseguras de si mismas. Necesitan del brillo de la unción, de la admiración de su grey, de los alagos y de una agenda saturada para sentir que son "alguien", no solo en el reino de Dios, sino en la vida misma. De tal manera que cuando alquien brilla más o a su misma altura, el foco rojo se enciende con un DANGER!!!!! y al instante se sienten amenazados. Son personas que SE CUELGAN DE LA UNCIÓN, en vez de ANDAR EN LA UNCIÓN.
Se cuelgan de la unción, se adjudican renombres y titulos que no les corresponden. Reclaman respeto y sujeción cuando ellos mismos no respetan ni se sujetan a sus conciervos o autoridades... Se sienten amenazados facilmente porque saben que colgados como están, cualquier fuego, aironazo, terremoto o incluso un silbo apasible puede desprenderlos.... y claro... el teatro se les cae.
Pero sucede lo contrario con quien ANDA EN LA UNCIÓN.... Ohhh... y también he tenido el privilegio de conocer a este especial grupo de gente. Cuando andas... no te cuelgas, sino que ANDAS en la Unción... respiras, vives, duermes, caminas, ries en la Unción... no hay lugar a los celos ministeriales. Lo he visto.
cuando sabes quién eres en Dios, cuando sabes a qué y a quiénes te ha mandado Dios... nunca jamás te sentirás amenazado por ningun otro ministerio, no gastarás tu tiempo, ni energia tratando de ser como alguien más... porque sabrás que Dios no necesita dos piezas exactamente iguales en elrompecabezas de su perfecta voluntad...te sabrás único y especial.
Y si alguna vez te topas con otro igual o mayor que tu. Daràs brincos de alegria porque al fin encontraste quién hable tu mismo idioma... el idioma de la unción. Es que a veces este tipo de gente es algo loca... en vez de buscar evitarle, querras unir fuerzas junto el él o ella... porque sabrás que unción + unción = doble unción.
Y creo que ya me tengo que ir... pero quiero dejarte con un último pensamiento: los llaneros solitarios no funcionan en el reino de Dios. Los colgados tarde que temprano se desprenden... lo que debemos buscar es aprender a ANDAR EN LA UNCIÓN... y que tu luz, junto con la mia y junto con la de los demás, brille de tal manera que la Luz de Cristo pueda ser revelada a los corazones que aún viven en oscuridad.
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