viernes, 29 de mayo de 2015

Por un mejor mañana...

¿No es acaso la vida una aventura?

Si no me equivoco, hace unas semanas me han hecho recordar bellos momentos de 17 años atrás. Hablo de una foto publicada de 1998. Tres amigas y yo hicimos un intento de "Selfie grupal" (aclaro, término desconocido para nosotras en aquel entonces) lo impresionante es que fue con una cámara de rollo o película, sin pantalla para ver si salíamos todas, ni siquiera teníamos la opción de ver si la foto salió bien o no, no se podían eliminar y volver a tomar, si salías mal, pues así te quedabas.

Pero, ¡Qué jóvenes estábamos! Es verdad que en lo personal, me quería comer el mundo. Miro la foto y veo el brillo en mis ojos. Estaba apenas despertando a la vida... mil preguntas en el aire, y otras mil decisiones qué tomar. ¡Bendito Dios, 17 años después aquí estamos! (¡Eso es casi 20 años!)

La mirada me ha cambiado. Aún hay brillo, pero puedo discernir este destello de satisfacción por tener algunas de las preguntas que me quitaban el sueño contestadas.

El futuro por el cual me preocupé lo estoy viviendo y todo ha salido muy bien a decir verdad, tal vez un poco, o mejor dicho, mucho muy diferente a como lo había visualizado, pero ¡todo está bien! Ganas tengo de gritar que ¡Dios es fiel!

Y pensar que tantas veces tuve ganas de renunciar. Pensar que hubo algunas noches llenas de lágrimas, sollozos, soledad y oraciones desesperadas. Pero aquí estamos, y todo está bien.

La vida es una aventura, emocionante como tal, con altos y bajos y con el vértigo que esos inesperados cambios producen... Y pensar que tantas veces tuve ganas de renunciar.

Bendigo a Dios que Su mano fue fuerte sobre mi. Y aunque no respondió algunas de mis preguntas en el momento, ahora sé que siempre estuvo ahí... forzándome a seguir.

Y bendigo y alabo el nombre de Dios porque hoy tengo las respuestas a las preguntas del ayer y tengo la certeza que mañana, por Su fidelidad, tendré las respuestas a las preguntas de hoy...

Si me permites un consejo: ¡¡No renuncies!!

Sigue adelante con la vida. Podrás perder amigos, tiempo, dinero, oportunidades, amores, familia... pero ¡¡No renuncies!! Te puedo asegurar que siempre habrá un mejor mañana...

Estoy convencida que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, aunque en el momento no entendamos lo que pasa, aunque los acontecimientos nos tomen por sorpresa.... Dios no se sorprende, El tiene un plan. Y nos dice que "Todo obra para bien a los que amamos a Dios".

Si pones atención, no dice que todo va a estar bien, ni siquiera que tiene que parecer que se va a poner bien, pero sí dice: "que todo" (bueno o malo) "obrará para bien a los que le amamos". Así que el secreto es amar a Dios, permanecer cerca de Él, tenerle en cuenta, platicar con Él, hacerle parte de nuestra vida...

Si ésto haces, ten por seguro que: Todo estará bien.



En espera de un mejor mañana,
Martha Martínez de Valle.
Mayo 2015.


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