Entre escalofrios, dolor de huesos, cabeza y estómago, siento que mi piel arde. No hay duda. Traigo una infección.... y estoy en el trabajo. Ya quiero irme a casa... pero, oh no!!!! tengo junta en la iglesia hoy... Y hacer cena más tarde... y lavar los trastes.... y... y.... yo solo kiero irme a descansar.
Y pensar que mis obligaciones me exigen seguir de pie. Solo espero que esto no empeore...
Recuerdo a mamá decir alguna vez: "Todos se pueden enfermar, menos la mamá". Y aunque todavía no soy mamá... esta verdad ya se hace sentir sobre mi.
Los dias de niña mimada han quedado atrás. Ya no está mamá para traerme la píldora calmante de temperatura, ni está ahi para hacerme un consomé de pollito. Jejeje. Me ha costado dejar de ser una chipilona... Pero de eso se trata la vida. De crecer, de madurar, de independizarte aún en los aspectos más triviales de la vida.
Y hoy, enfrento mi primer recaida con orgullo. Me estoy convirtiendo en algo asi como "La mamá de la casa".
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