Justo cuando pienso que ya domino mi vida, Dios se encarga de mostrarme lo contrario... Sospecho que le agradan las sorpresas!!
La verdad es que nunca dejamos de aprender, la vida es un constante cambio.... de hecho, el día que dejemos de cambiar, dejaremos de avanzar, de crecer y por ende de vivir. Pero.... ¿qué acaso esto del constante cambio no crea en nosotros cierto aire de incertidumbre? ¡Exacto! A muchos de nosotros el cambio produce un conflicto interno que altera nuestra paz.
Entonces..... ¿qué hacer? No podemos pasar todo el tiempo preocupados por lo que sucederá, ¡claro que no!... Si algo he aprendido es que la duda y el temor son dos grandes ladrones que paralizan las emociones, las metas, las relaciones y no nos dejan disfrutar de la vida.
Dicen por ahí que "Un pesimista es aquel que se siente mal cuando se siente bien, por temor a sentirse peor cuando se sienta mejor"... Sabias palabras, pero no creo que se trate de un pesimista, sino de alguien embargado por la duda y el temor....
Dicen por ahí que "Un pesimista es aquel que se siente mal cuando se siente bien, por temor a sentirse peor cuando se sienta mejor"... Sabias palabras, pero no creo que se trate de un pesimista, sino de alguien embargado por la duda y el temor....
El antídoto: El gozo y la confianza....¡¿QUÉ?!
Sí, simplemente creer que todo estará bien. No me refiero a un absurdo positivismo donde repites en modo automático: todo va a estar bien, todo va a estar bien. Me refiero a ese creer con convicción, muchos lo llamamos fe.
En el mismo instante en que te llenas de fe, te convences de que todo saldrá bien. Tu perspectiva cambia por completo, de hecho, es mucho más fácil creer que no creer. Al dejar de lado las preocupaciones se gastan menos energías y no perdemos tiempo valioso (que jamás se recuperará) pensando mil y un cosas, que según dicen los expertos, la mayoría de las veces esas preocupaciones jamás llegan a suceder.
En el mismo instante en que te llenas de fe, te convences de que todo saldrá bien. Tu perspectiva cambia por completo, de hecho, es mucho más fácil creer que no creer. Al dejar de lado las preocupaciones se gastan menos energías y no perdemos tiempo valioso (que jamás se recuperará) pensando mil y un cosas, que según dicen los expertos, la mayoría de las veces esas preocupaciones jamás llegan a suceder.
Si decido creer y no veo lo esperado, cuando menos habré vivido en paz y confianza, sin poner en riesgo mi salud. Si decido no creer y no veo lo esperado, habré vivido amargado, frustrado y tal vez enfermo.
¡Creamos entonces! ¿Acaso no fue nuestro Dios el que dijo que "Tiene pensamientos de bien y no de mal para darnos el fin que deseamos"?, ¿Acaso no fue El quien dijo: "No te afanes, mira las aves del cielo y las flores del campo, yo tengo cuidado de ellos, cuánto más no lo tendré de ti"?
¡Dios es bueno! y como padre a su hijo El quiere darnos lo mejor...... Tal vez eso sea lo único que necesitemos saber para realmente creer y tener la fe necesaria que haga que todo en nuestra vida esté perfectamente bien.
Martha Martinez,
Mayo 2009.
Martha Martinez,
Mayo 2009.
1 comentario:
Publicar un comentario