jueves, 10 de julio de 2014

¿Quién eres para mí?

¿Qué si quién eres para mi?

Pasan los minutos y no puedo expresarlo. Mis dedos entumecidos escriben torpemente los pensamientos que con más tropiezos llegan a mi mente.

Se escucha la música que me llena de recuerdos. La apacible voz que de pronto trae calma a mi alma. Se escucha la voz de un adorador. Y es que, uno que verdaderamente sabe adorar trae del cielo a la tierra Tu Presencia. Y es Tu presencia la que me confronta ahora.

"¿Quién soy Yo para ti?" Percibo en ello tu poder y soberanía, al mismo tiempo que me inunda tu gran amor. Voces que me recuerdan quién eras, eres y serás para mi.

Eres quién me sostuvo en sus brazos cuando todo alrededor se derrumbaba. Susurrabas tus palabras de consuelo a mi pequeña existencia en medio del caos total. Me diste la gracia de sobrevivir, me cuidaste, me levantaste, me miraste cuando nadie más me vio. Fui de grande estima a tus ojos. Me rodeaste de lo mejor, me diste lo mejor.... Me has dado lo mejor.

Escucho el latido de mi corazón... y me avergüenzo. ¡Que mi existencia te honre por favor! ¡Es que, me has dado tanto! Prueba tengo de tu verdad, de tu existencia, de tu amor...

Eres mi paz, mi amor, mi Padre, mi consuelo, el dador de vida, el eterno Gran YO SOY, la razón de vivir, quién me sostiene de la mano derecha, quien mis lágrimas secó, compañero fiel, consejero incansable, confidente del alma, mi defensor.... Eres mi Dios.

"Entonces, todo saldrá bien", te escucho decir.

Y puedo sonreír, y puedo soñar, y esperar en Ti.

Martha Martínez,
Julio 2014.




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