miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fin de año

Me resistía, no quería escribir, como si con ello pudiese detener el tiempo y alargar un poco más lo que queda de este año.

Un año de grandes retos y de muchos desafíos. Primera vez en mi vida que sufro los efectos de la gastritis o colitis nerviosa (nunca supe diferenciarlas) pero muy agradecida por todo lo que pudimos alcanzar.

Poco a poco y lentamente se acaban las horas del 2014, y trato de saborear cada minuto, recordando con agradecimiento y emocionándome al pensar en lo que vendrá. Hay sueños, grandes anhelos en todos los sentidos, demasiados para enumerarlos, pero confiados en que a su tiempo Dios los concederá. Mientras tanto me deleito en las satisfacciones pasadas.

Mis hijos están sanos, pelean más de lo que quisiera, pero supongo que así somos con los hermanos. Siento el amor de un esposo que me aguanta aún cuando ni yo sola me soporto y que puede ver mi "belleza" aunque ande en pijamas con una gran taza de café... Vivo cerca de mis padres y hermanos, rodeada de su cercanía, consejos y cuidados. Así que me siento más que bendecida.

2014 fuiste un año al que temí cuando iniciaste, aunque hubo momentos muy estresantes, agradezco a Dios por ellos, porque fueron los necesarios para aprender a valorar las cosas que verdaderamente importan, como el amor, la familia, la paz, la salud, la alegría y la esperanza...

2015, sólo Dios sabe lo que deparas... pero sea lo que sea, que los nuevos retos nos lleven a elevar nuestras alas y alcanzar los lugares que nunca imaginamos llegar. Que la luz y la presencia de Dios nos acompañen cada día a cada minuto, y que nuestros ojos nunca se dejen de admirar, incluso en aquellas pequeñas cosas cotidianas.

Agradecida, expectante y emocionada,
Martha Martínez de Valle.
Diciembre 2014,

lunes, 29 de diciembre de 2014

Arcoiris.

Uy, encontré un escrito entre los "borradores" de por allá el 2010 y no sé por qué no lo publiqué... ¡Cuatro años han pasado! y lo curioso es que puedo recordar el día que lo escribí, parece que fue la semana pasada, pero no.

Igual, ayer leí una frase que encaja a la perfección con lo que escribí, así que se lo añadiré y dice así:

"Aunque los patrones de tu vida adulta son establecidos en tu infancia, eso no significa que tu pasado debe determinar tu futuro".
Dr. Caroline Leaf

Y mi antiguo escrito dice así:

Feliz...
Así desperté hoy.

Dice Apocalipsis 4 (Sí, el libro del fin del mundo) que el trono de Dios es inconmovible y en el Uno sentado y que un arcoiris le rodea.

Hay tanto que aprender para no olvidar:

1) El trono de Dios es inconmovible, no cambia, no se mueve, siempre permanece igual, por lo tanto, en ello estará mi confianza. Él no cambia, permanece siempre el mismo; y si él permanece así, también Su Palabra. Entonces puedo confiar en todo lo que me ha dicho. A diferencia de los humanos, puedo confiar en que mi Dios no miente. Si Él lo dijo, Él lo hará.

¿Y el arco-iris? Podemos recordar que la primera vez que se menciona en la Biblia es justo después del diluvio, como señal, como pacto, de que jamás la tierra sería destruida con agua de nuevo. Es como si Dios dijera: "La capacidad destructora del pasado no determina cómo será el futuro".

Puede que Noe aún pisase con sus sandalias el lodo pegajoso en la tierra, todavía con el recuerdo atroz de lo sucedido con la humanidad, pero delante de él había una señal. Un arcoiris que le daba la certeza de que había un futuro. (T.D. Jakes)

Así que no importa lo sucedido en el pasado, éste no determinará el futuro. No podemos borrar lo sucedido, pero sí podemos, con buena actitud y buenas decisiones, afectar nuestro futuro.

Hay tantas formas, tamaños y colores en las promesas de Dios en Su Palabra, que hay una forma, un tamaño y un color para cada una de nuestras necesidades...

Así que... estaré feliz!! Hay una esperanza para nuestro porvenir!!!!

Martha Martínez de Valle,
Nov 2010

viernes, 26 de diciembre de 2014

¡¡Feliz Navidad, te deseo de verdad!!



Digamos que soy algo observadora... Desde la vorágine de las compras navideñas hasta la calma después de la tormenta. Segmentada la vida, segmentados los pensamientos... dos mundos opuestos.

Desde la opulencia y la competencia, hasta la sonrisa que detrás de ella oculta la tristeza... Luchando por hacer de las fiestas un recuerdo perdurable, pero es su lucha lo admirable, su sonrisa, su prudencia.

Aprendiendo se nos va la vida, y si no somos cuidadosos, es fácil desviarnos del camino y olvidar lo que verdaderamente importa... ¿Qué quedará cuando te ausentes?

Son tus palabras, tu dulce semblante, la fortaleza que demostraste cuando todo a tu alrededor se derrumbaba. Son tus sonrisas, tus abrazos y el aliento que nos brindaste.

¡Ojalá fuésemos más prontos para aprender! Aprender que la vida se va en un suspiro, que si no recapacitamos y corregimos el camino, al final nos espera un sin fin de remordimientos.

No temas gritar el amor por favor, la ley es dura: "Lo que se siembra se cosecha". Habrá que sobreponerse al dolor propio, guardarlo en un rincón para llorar en la soledad, pero en lo que al resto respecta... ¡Ama por favor! Ya que al final, amar es lo que a todos nos alienta.

"Ni la felicidad, ni la miseria pueden ocultarse"... me gusta mirar a los ojos, descifrar lo que ellos gritan. No es el dinero, no es la riqueza... es la paz del alma, el amor del corazón y el gozo que contagia lo que se recuerda... ¡¡Los quiero todos!!

Pero para tenerlos debo volver a mis rodillas... dejar de desviar la mirada, mirarle de frente y dejar que Su luz me confronte. Entregar mis cargas y despojarme de cualquier cosa que se me haya metido en el alma...ya que para eso vino a la tierra, para crear una relación, una conexión entre su divinidad y mi humanidad... Nos ha dado su esencia... ¡¡La quiero toda!!

Tiempos finales, tiempos de reflexión... cerrar capítulos para iniciar uno nuevo. Que las cargas pasadas se caigan de los hombros y que ya no pesen los recuerdos del ayer; que un nuevo aire de algún otro lugar lleguen a tu vida y tengas nuevas fuerzas para volver a empezar.

¡¡Feliz Navidad, te deseo de verdad!!
Martha Martínez de Valle,
Diciembre 2014.


lunes, 15 de diciembre de 2014

Casi finalizando.

Prácticamente estamos en los últimos días del 2014. Un año más que se fue volando...
Recuerdo haber iniciado este año con mucha ansiedad. En realidad, no sabía lo que deparaba, pero ahora casi finalizando sus días, pude ver que, aunque hubo momentos algo complicados aquí estamos... las cosas no estuvieron tan mal.

He comprado una nueva agenda. Está hermosa por cierto. He transcrito aquellos datos que necesito tener a la mano por si la tecnología llegase a fallar, y al hacerlo, no pude evitar darme cuenta que la vieja agenda está algo gastada, como gastados los días de este caminar por el 2014.

Debo admitir que me siento cansada, demasiadas actividades para una madre de dos pequeños menores de 5 años. Cansada por tantas actividades y proyectos, pero debo decir que con demasiada satisfacción en mi corazón... Es casi imposible lo que logramos, y muero por dar el resumen del 2014, pero eso es algo que tendrá que esperar ya que tiempo me he hecho falta para organizar las fotografías.

Aun no termina el año y ya quiero empezar a llenar las páginas del mi nueva agenda. A diferencia del año pasado, quiero iniciar este nuevo año con más expectativas que incertidumbres... pero deberé esperar, hay un ensayo de un drama que atender, regalos navideños que comprar, recetas que preparar, ejercicios que hacer, una casa que limpiar, y una oficina que ya siente mi ausencia.

Me despido por hoy, quedando inconclusa, por inconclusos mis pensamientos...pero prometo regresar ya un poco más calmada y con nuevos sueños que alcanzar.



Martha Martínez de Valle,
Diciembre 2014.