La encontré refundida entre los rincones del librero,
triste, gris, rayada y muy gastada mi antigua Biblia estaba solitaria.
Fue fiel compañera en los años formativos,
sus consejos me libraron tantas veces, Tu voz en ella
siempre fue clara.
Y esta vez, no fue la excepción.
No te hiciste esperar y una vez más
esa conocida y lejana urgencia de irte a buscar.
Es raro, porque entre el trajín de la vida misma,
se me ha hecho costumbre el pasarte por alto,
para vergüenza mía lo digo... pero este corazón,
esta alma siempre te está anhelando.
Decía, sentí la urgencia de buscarte,
ahí en Isaías me hablaste...
"Ya te lo había dicho, te lo había mostrado,
de haberlo recordado, tendrías paz."
Es cierto, Todo era verdad.
Descansé en tus palabras, pero sobre todo
en Tu Fidelidad.
"No te he olvidado" dijiste...
"jamás lo haré, Esa es mi promesa,
pues me llamo a mi mismo: Verdadero y Fiel."
Y tu paz llegó,
cómo tantas veces antes, otra vez llegó.
No más dudas, no mas temor , no más preguntas.
Y un canto de alabanza otra vez de mis labios salió,
¿Cuanto hacia que no cantaba?
Esa fue la evidencia más clara de tu presencia en mi ser.
Ahora sí, con más fuerzas, te amo hoy más que ayer!!!
Gracias Dios por tu bendita Palabra, que a través de ella nos hablas
nos guías, nos redarguyes, nos amas...
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