viernes, 27 de febrero de 2015

Si tan sólo tocare su manto...

Negar tu existencia sería como negarme a mi misma.
Es tu esencia impregnada, tan real, tan sutil...

Y gritarlo quiero, pero he guardado silencio,
aún así, te siento en lo más recóndito de mi ser
y vuelvo a creer que... 
tal vez todo aquello dejó de ser un sueño para llegar a ser,
algún día, una realidad.

Y temo soñar...
duele demasiado lo que pides.

Duelen los tiempos,
duele la soledad,
duele el alma al paso de los años,
y también duele la traición.

¡Por favor no me pidas que no puedo más!

Pero tu susurro me seduce...
y como una enamorada vuelvo a caer.
Por eso mismo, porque te amo,
sospecho que lo nuestro no ha terminado.

¡Que me bese el cielo!
¡Que me bese tu boca!

Son sentimientos encontrados... 
desespera mi alma al ver, 
cerrar quiero el corazón.
Pero es tu voz quien lo mantiene así...abierto.

Tu voz...
"Debes aprender".. es todo lo que sé. 
Y ni siquiera sé si lo hago bien.
Pero bien sé que... el día llegará.

Mientras tanto, hago lo que siempre me enseñaste a hacer...
Esperar. 
Y pregunto: ¿Lo estoy haciendo bien?
¿Cómo aprendes en la espera cuando desesperas?

Es mi esencia la que me traiciona.
Correr quiero, pero hay lazo en mis pies.
¿Cuál es el siguiente paso, si ni siquiera me puedo mover?

Inmóvil y limitada,
soñar es lo único loable.
Y una a una las capas de tierra se desvanecen
de los sueños que una vez enterré.

Empiezo a dudar,
¡Esto es demasiado!
Duele el temor....

Se confunde mi voz con los gritos del corazón,
y en medio de la nada y del silencio sé que estás ahí.
Se empieza a dibujar tu silueta en mis tiempos
y tu sonrisa en mis pensamientos.

Entonces, nada importa más,
eres Tu a quien quiero.

Y si nada más lograre en esta vida alcanzar,
sólo con tocar tu manto me bastará.












martes, 24 de febrero de 2015

¡Que no se apague la luz de la vida!

¡Que no se apague la luz de la vida!

Mil desafíos que enfrentar, y ni siquiera es necesario salir. 
La mayoría de ellos se esconden aquí dentro, 
en lo recóndito del pensamiento. 

Y mi mayor enemigo, de pronto, soy yo.
pensamientos remolinean en la densa neblina del ayer.

Voces que gritan fuerte, que cobran vida del recuerdo, 
poder devastador y destructor. 
Que anclan los pies, las sonrisas y los sueños. 

Robada la vida, robado el aliento. 
Las paredes se hacen más pequeñas y el aliento se escapa.
El sol se filtra por un recoveco en la cortina creando un haz de luz poniendo al descubierto las mil partículas de polvo... 
Y una lágrima se filtra de los ojos poniendo al descubierto los mil temores del ayer.

¡Que no se apague la luz de la vida! Susurran mis labios... 
añorando la alegría, los sueños, la esperanza.

¡Levanta esa pesada cabeza, y sacúdela! 
¡Salgan las voces, que se mitigue el dolor!

"Como pienso, siento, como siento actúo... y si actúo, creo un destino"

¡Que no se apague la luz de la vida!
¡Aún hay un destino que alcanzar!

"Porque Yo sé los pensamientos que tengo para ustedes, pensamientos de bien y no de mal, para darles un fin y una esperanza"
Jeremías 29:11



sábado, 7 de febrero de 2015

Lo rescatable...

Hoy fue un día... digamos... raro, de sentimientos encontrados.

Entre todas las cosas que a mi gusto hubiera querido controlar, pero que no pude (y, heme aquí en medio de dos huracanes), mi hijo amaneció enfermo. Apenas dos días de resfriado y ya se le transformó en infección... Admito que me he vuelto algo exagerada, cada vez que él tose, no puedo evitar recordar aquella complicación de hace tres años y las palabras del médico: "Su hijo tiene principios de neumonia". Ya lo había mencionado antes, el simple hecho de recordarlo me revuelve el estómago.

Así que a la primer señal de temperatura, salgo corriendo al pediatra. Ahí sentada frente al escritorio, no puedo evitar sentir un nudo en el estómago mientras da el diagnóstico: "Ligera infección, no se le ha complicado"... entonces el suspiro y la oración de agradecimiento.

Y como decía, entre todas las cosas que tuve para entristecerme el día de hoy, lo rescatable fue que fuera la preocupación inicial, y aprovechando el cálido clima, llevé a mi hijo a tomar un jugo de zanahoria con naranja... Y ahí estábamos, mesa para dos, jugo y pan para merendar, y sus interminables historias de dinosaurios. Me asombraba cómo mencionaba a cada uno por su nombre y me decía sus características, yo sólo sonreía.

Entre tantas palabras mi mente registró el brillo que emanaba de sus ojos, sus sinceras sonrisas y el esfuerzo por tomar su jugo natural para "llenarse de vitaminas"... hermoso tiempo de calidad junto al fruto de mis entrañas. No podía dejar de pensar que: Ni en mis más alocados sueños, jamás me imaginé entablando una conversación con mi hijo. Apenas ayer lo tenía en mis brazos y ahora todo un muchachito entreteniendo a su madre con sus grandes conocimientos. Es un sentimiento sabroso difícil de describir.

Me he propuesto salir un dia a la semana solo él y yo. Y ruego a Dios que estos tiempos y conversaciones queden grabadas en nuestras memorias.

Agradecida,
Martha Martínez de Valle
Febrero 2015.

lunes, 2 de febrero de 2015

Alegría

Una buena taza de café y el sentimiento de nuevos inicios.

Quiero llorar, la emoción me embarga, pero no puedo. Demasiada gente a mi alrededor, aunque solo sean dos o tres, tal vez cuatro.

Es necesario dejar el dolor atrás, pues enferma el alma, enferma el cuerpo y también enferma al amor...

Huele a café con ojos furtivos.

La fe sin trabajo duro es una gran decepción, y eso duele, no se nos enseñó así... ¿Pero a qué cabeza retorcida se le ocurriría? La Biblia está llena de ejemplos de personajes que salieron airosos, pero cada uno pagando un precio, ¡Vamos! Ni siquiera para el hijo de Dios fue fácil. ¿Qué nos hace pensar que para nosotros lo será?

Claro, la salvación es por gracia, pero para todo lo demás hay trabajo por hacer. El reto está latente, un paso de fe a la vez, pero se requiere dar ese paso... el esfuerzo es nuestro, el milagro es de El.

Nuevos comienzos que cuestan tanto, lo una vez conocido... y tener que volver a empezar. Pero tengo la sensación que muy escondido en el fondo, aún se encuentra lo que una vez nos cautivó y nos hizo iniciar. La vista se me empaña y este sentimiento inminente...volver a empezar. Temo no me alcance la vida para terminar, temo no me alcance la sabiduría... Un sorbo de café a la vez.

Presión tras presión, ¡calma corazón!, El ha sido siempre fiel... Y siento cómo poco a poco va aumentando mi seguridad.

"La confianza se quebranta con facilidad, pero toma tiempo y restaurala".

Es mi decisión tomar el tiempo y arriesgarme a volver a confiar... Insisto, esto va tomando forma y el aliento vuelve a mi otra vez.

No puedo dejar de escribir, tal vez porque no se acaben estos momentos. Alargarlos quiero... ¡que este nuevo aire no se acabe por favor! Regresar a la raíz del problema, "regresar para olvidar"... ¡Qué irónico! Supongo que así de loca e inconsistente es la vida, así... paradójica.

De nada sirven las frases aprendidas sin experiencias vividas. Para hablar hay que vivir, para alentar, primero hay que sufrir... más nos vale ser prontos para aprender.

Es demasiado bello el sueño, aunque a veces para soñarlo hay que llorarlo, pero  la mañana llegará y junto con ella la alegría...

¡Alegría!



Martha Martínez de Valle,
Febrero 2015.