lunes, 30 de diciembre de 2013

Se nos va el 2013...

Lunes 30 de Diciembre. Prácticamente estamos a sólo un día de que se termine el año.
Y al igual que la mayoría, estoy pensativa y meditabunda.

Estoy sumamente agradecida por todo lo recibido a lo largo de estos 12 meses, unos fueron muy buenos y otros no tanto, pero hemos llegado, y por gracia de Dios veremos nuevamente el comienzo de un año más. (a no ser que mañana me toque partir, jajaja... bueno, las posibilidades son remotas... estemmm...sólo bromeo).

En fin... ¡Tenía unas ganas inmensas de escribir! Ajetreada, como toda la vida y un tanto desparpajada (no sé si por tanto trabajo o por falta de organización) es poco el tiempo que tengo para estar a solas. Pero me encanta el hecho que Dios se las ingenia para hablarme aún en medio de mis tareas (lo digo con humildad).

Fue por allá a finales de Noviembre cuando iba manejando sola (hago énfasis porque generalmente mis niños van en la parte trasera del auto llorando, o gritando, o cantando, o ¡todo a la vez!) pero esta vez iba sola y de pronto, extrañé la tradicional algarabía, estaba haciendo alto en un semáforo cuando me percaté de tanto silencio.

Estaba un tanto preocupada por ciertas cuestiones, cuando del fondo de mi ser sale un clamor, y en mis pensamientos digo: "Sólo con que no nos falte la salud, oh Dios".

Y vino a mi mente un verso: "Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación." Salmo 85.7 RVR 1960

No sé por qué, pero inmediatamente recordé un episodio de mi vida de cuando era niña. Mamá había comprado una Biblia "inmensa", de colección, con pasta de piel color hueso y bordes dorados, muy bella a decir verdad, lo único que no me gustaba era que al tratar de leer un pasaje, no pude entenderlo. La traducción era muy complicada, con palabras de muy difícil comprensión para una niña, y que incluso hoy no logro entender.

Pero algo llamó mi atención. En esta Biblia, la palabra "salvación" era sustituida por "salud", de tal manera que el pasaje anterior se leía de la siguiente manera: "Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, Y danos tu salud."  RVR Versión Antígüa

Nunca pregunté el por qué del cambio de palabras, y me guardé el interrogante.

Pues ahí estaba, sola en el auto, haciendo alto total. Y fue como si de pronto aquella vieja pregunta recibiera respuesta.

"Lo que la salud es al cuerpo, es la salvación al alma... 

Si un cuerpo está enfermo, se encuentra limitado. No es libre de hacer lo que normalmente se espera que haga. Hay quienes están postrados en cama y lo que es tan común y cotidiano para el cuerpo que está sano (como por ejemplo caminar) al enfermo le resulta una tarea imposible.

El pecado es la enfermedad del alma... 

Si un alma está enferma, se encuentra limitada. No es libre de hacer lo que normalmente se espera que haga. Hay quienes están postrados en amargura y lo que es tan común y cotidiano para el alma que está sana, (como por ejemplo amar), al alma enferma les resulta una tarea imposible".

Finalmente lo entendí.

"Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,Y danos tu salvación/salud."

Dios quiere que seamos sanos en todas las dimensiones de nuestra vida: cuerpo, alma y espíritu. De otra manera estaríamos incapacitados de hacer lo que se espera de nosotros. Y la salud/salvación que tanto necesitamos solo puede venir de El.

Entonces volví a clamar, solo que esta vez lo hice en voz alta: "Dios mio, que nunca nos falte Tu Salud y Tu Salvación." Me quedó una paz y una satisfacción de saber que si algún día mi cuerpo llegase a enfermar, me queda lo único más importante: La Salvación de mi alma, que a final de cuentas, es lo mismo que vivir en completa salud (aunque el cuerpo enferme).

Sé que suena a paradoja. Pero el que realmente entiende el valor de la Salvación, puede vivir libre y feliz, sin importar lo difícil de las circunstancias.

El semáforo cambió a verde. Unos minutos bastaron para cambiar toda mi perspectiva. Me fui dando gracias a Dios por sus innumerables e inmerecidos favores. "Lo volviste a hacer, mi Dios, volviste a usar un semáforo para susurrar a mi vida".

Y he sentido ese susurro a lo largo de este último mes. A un día de terminar el año, puedo decir: "Gracias Dios mío. No nos has dejado ni un instante." Razón suficiente para seguir caminando confiados en El.

Me despido, y te dejo con la siguiente frase que escuché por ahí y que apropié para mi vida. Y que estoy segura me esforzaré por recordarla:

"EL CAMINO PUEDE SER LARGO, PERO LA VICTORIA ESTÁ ASEGURADA".

¡Que pases un feliz Año Nuevo! Y que nada te haga desistir de tus sueños y metas, ya que con Dios tenemos la victoria segura. ¡¡¡Hasta el 2014!!!

¡¡Bendiciones!!
=D








viernes, 11 de octubre de 2013

Bebé enfermo...

Cómo me quejo de lo cansada que termino después de cuidar a mis dos tesoros.

La "gorda", como le decimos de cariño, ama las alturas y me la llevo bajandola de cuanto mueble puede treparse. Gracias a Dios hasta ahora no se me ha caido ni golpeado.

El "niño" está en esa étapa en la que no quiere compartir sus juguetes, y entre llantos de "no, deja que eso es mío!!", lloriqueos de la beba porque su hermano no la deja participar del juego, de gritos: "David Nicolás cierra ese refrigerador, "Martha Adaiah, bájate del escritorio de papá", "No se acerquen a la estufa", "Comparte tus juguetes", "No jueguen con el agua", etc, etc... Termino rendida. Y eso es todo los dias y a veces un poquito más.

Así es, Yo sabía que en el paquete de la maternidad no venían las instrucciones, pero nadie me dijo que tampoco añadían la paciencia, esa uno tiene que encontrarla a cómo de lugar.

Pero esta semana ha sido diferente, desde el domingo mi niño empezó con un resfriado y tos. No me había preocupado porque no había temperatura, pero la madrugada del miercoles nos despertó su fuerte tos. Se me hizo eterno hasta la mañana para llevarlo al doctor. Antibióticos, antiestáminicos y desinflamatorios. Bueno, todo bien hasta anoche. Anoche comenzó la temperatura. ¿por qué todo lo referente a enfermedades tiene que suceder entre dos y tres de la mañana?

Otra vez, se me hizo largo para que amaneciera. Llamé al doctor. Paracetamol y naproxeno añadidos al coctel de medicamentos. Gracias a Dios su ánimo estuvo intacto todo el día. Jugó y pedía mi compañía. Se alegró al ver que mandé pedir pizza, ¿Qué otra cosa puedo hacer para alegrarle el día a un inquieto niño de casi cuatro años al que se le ha prohibido salir? Pizza y caricaturas fue nuestra cita de esta noche. Cabe mencionar que mi esposo y mi niña salieron con su abuela. Así que esta tarde fue sólo para nosotros dos. Y la disfruté entre risas y chequeos de temperatura.

Ahorita él duerme. Y aunque sé que tiene que descansar, no me agrada verlo tan pasivo. Prefiero verlo brincar y negarse a ir a la cama. Prefiero regañarlo porque es tarde y que me responda que mañana no tiene que ir a la escuela.

Mi corazón se me hace chiquito. Oro, oro mucho por su pronta recuperación, oro por un milagro. Después recuerdo que él está en manos de Dios y que tal vez exagero un poco, es sólo un resfriado. Ah, pero cómo deseo dar mi salud por la de él.

Cómo se aman estos pequeños pedazos de carne. Nunca imaginé poder amar tanto a una personita. Deposito en él mis más grandes deseos para su vida. Lo pongo en manos de mi Fiel Dios, y espero, tan solo espero a que llegue otra vez el tan añorado amanecer...


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Un borroso, pero hermoso recuerdo.

Decía tener entre nueve o diez años, tal vez siete. No lo recuerda con exactitud.

Lo que recuerda muy bien es que dormían en la misma habitación su hermano y su "nana", no necesariamente por ser su abuela, sino por ser quien cuidara de ella y su pequeño hermano. Dos camas individuales y la nana en los tendidos en el suelo.

Dormida como siempre con un ojo entre abierto, tal vez por algúna minúscula deformidad en sus huesos faciales, la pequeña percibe una luz que entra por la ventana y le hace salir de su profundo sueño, que de verdad era profundo.

Al principio pensó que era la luz de un auto, de aquellos torcidos adolescentes que trasnochaban todos los fines de semana en el parque cerca de su casa, la amarillenta luz que tantas veces había visto anteriormente, que duraban un par de segundos resaltando las sombras de los árboles que se atravesaban a su paso para luego desvanecerse y quedar otra vez en total oscuridad.

Es un auto pensó. Pero esta vez la luz no desapareció. Cada segundo parecía más cercana, y más brillante. Más dormida que despierta ella se incorpora hasta quedar sentada de piernas cruzadas en la cama. De pronto la luz está dentro del cuarto.

La imagen siguiente es difícil de explicar. La habitación cuyas paredes eran de color azul celeste se veían blancas, pero no un blanco normal, un blanco que ni siguienra la blanca nieve se le puede igualar. Los muebles, los tendidos, el rostro de la nana dormida, que digo dormida, roncando en el suelo al lado de la cama, era del mismo color, miró al techo y el abanico tambien estaba blanco, miró a las puertas cafés del closet y todo era blanco... no, era más blanco que el mismo blanco.

Pero lo que más le llamó la atención es que nunguna sombra había en la habitación. Pudo voltear al piso debajo del escritorio que estaba frente a ella... todo era luz. Luz y una inexplicable paz.

Sintió demasiada curiosisad al punto de querer estar cien porciento conciente, en ese instante en el que dejas de estar dormida para estar completamente despierta, ella no sabe si son segundos o milésimas de segundo, pero en ese lapso en el que su cerebro estaba por cobrar la conciencia, el ruido.

La luz se redujo al tamaño de una pelota de beisbol suspendida en el centro de la habitación dando lugar otra vez a las sombras y con el zumbido como el de una abeja, lentamente se movió atravesando la ventana, que aunque las cortinas estaban abiertas, el vidrio estaba cerrado.

La pelota de luz queda suspendida unos instantes fuera de la ventana y poco a poco, de menos a más, el zumbido empieza a subir de intensidad al punto de llega a ser tan enzordecedor como el de un avión cuando va a despegar, como el de las turbinas que rompen con el silencio del viento y se prepara para emprender vuelo.

Zzzuuuuuummm!!!! y luego la oscuridad total.

Ahora ella está despierta pero con una gran pesadez en su cabeza, como aquella que sufren los que acaban de ser despertados después de ser interrumpidos de un profundo sueño que se niega soltarles, preguntándose si todo aquello sería sólo eso, un sueño.

Demasiada pesadez, "Fue sólo un sueño" se convence a sí misma, y se desploma nuevamente en su diminuta cama para volver a dormir profundamente.

Años han pasado y aún se pregunta si sólo fue un sueño. Si así lo fue, fue demasiado real, al grado de quedar grabado en su memoria como un recuerdo, uno que desearía recordar con más detalles, uno que hubiera querido decir estaba completamente conciente de lo que pasó..... pero no, lo único que puede decir es que era demasiado pequeña y que todo aquello quedó en un borroso, pero hermoso recuerdo.


jueves, 12 de septiembre de 2013

Prohibido comer o tocar!!!

¡Qué cosas! Tantas veces haber leído los primeros capítulos del génesis. Tantas veces haber escuchado la historia de Adán y Eva en el jardín del Edén y de cómo la serpiente les hizo pecar.

Es tan conocida la historia que la hemos etiquetado como "historia para niños", casi no se predica de ella en los púlpitos, pero sí en las aulas de los chiquitines.

Decidida a iniciar un sistemático plan de lectura, empezando desde el principio, me topo con génesis 3, y en el verso 3 dos palabras "Saltan" a la vista. como diciendo: "No nos pases por alto". Así que puse atención:

(Hablando Eva con la serpiente)
 "[Dios] únicamente nos ha prohibido COMER o TOCAR el fruto del árbol que está en medio del jardín, porque moriríamos".

No solo se les había dicho "No comer", sino que también, "No tocar". Ambas cosas eran igual de peligrosas y la consecuencia de ambas era la muerte.

Dichosos éstos dos que la única prohibición que tenían era el árbol del fruto prohibido. Nuestra realidad es diferente. Dios nos ha dicho, por medio de Su Palabra, aquellas cosas que no debemos hacer... Y aunque son algunas (para empezar los "Diez mandamientos"), viene a mi mente una en específico, y aunque el principio es el mismo para todos los "No" de Dios a lo largo de Su Palabra, no puedo deja de pensar en ella.

"No cometeras adulterio" 
Exodo 20:14

"La voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de fornicación" 
1 Tesalonisenses 4:3

Adulterar o fornicar es lo mismo, es tener relaciones sexuales ilícitas, sólo que una se refiere a "antes de casarse" y la otra a "ya casado" pero con otra persona que no sea el conyuge. Puedo ver que este punto es tan importante para Dios que se dio a la tarea de ser tan específico creando un concepto por separado para un antes y un después.

Para Dios sólo las relaciones sexuales dentro del matrimonio estan permitidas. Todo lo demás fuera de el están prohibidas.

Y como todo lo prohibido se nos dice: "No comer o tocar".

Pero la serpiente, osea el diablo, sigue siendo astuta. Y muchos son los que han caído en sus sutiles palabras: "No morirás - Nada te va a pasar... Nadie se va a enterar- El día que comas tendrás conocimiento- tienes que saber... todos lo hacen, ¿qué tanto es tantito?"

Y muchos son los que han caído con sus trampas. "No he tenido relaciones sexuales"... pero ¿has tocado? ¿has tocado las partes privadas de un cuerpo que no te pertenece?

Tristemente esta es la realidad de muchos jóvenes que sin compromiso alguno con la otra persona se permiten estas ligerezas, calmando sus conciencias pensando que no han hecho nada malo, pues no han llegado al acto sexual, pero que con sus manos han hecho sentir los mismos deseos carnales y las mismas sensaciones orgásmicas.

La órden de Dios no solo fue "no comer" sino también "no tocar". Lo uno como lo otro traen las mismas consecuencias. La muerte.

¿No me crees?

Los amigos que intimaron, en un momento u otro, ya sea por las complicaciones que trae el conocer demasiado de la otra persona, o por la aparición de un nuevo compañero de travesuras, acabará la amistad. Muerte.

Los novios que traspasaron los límites en caricias... se acabará el respeto y la admiración inicial que se tenía de la otra persona, es solo cuestión de tiempo para que la relación decaiga. Muerte.

El esposo/a que durmió en cama ajena creyendo que era cosa de "sólo una vez" y que "nadie se enteraría". Al salir las cosas a la luz, acaba con la confianza de su pareja. Muerte.

Y en el más sencillo de los casos, al ceder tan solo a las caricias atrevidas, muere dentro de nosotros lo único y más valioso que podemos entregar como regalo en la noche de bodas.... la pureza. Muere la inocencia. Y lo que debió ser nuevo, emocionante, desconocido y toda una aventura, como cereza que corona el pastel; la noche de bodas se reduce a un simple acto, como los muchos otros practicados con anterioridad... Muere el misterio y lo que hacía interesante esa noche especial. Muere la ilusión.

Aunque no querramos creerlo, la desobediencia trae consecuencias. Mejor nos es caminar de acuerdo a lo que Dios manda. Ya que no es para aburrirnos la vida, sino que al contrario, para que sepamos vivirla y disfrutarla al maximo libres de remordimientos, sentimientos de verguenza, o en el más triste de los casos, de abandono, porque "aquella" persona no supo valorarme cuando le entregaba o le permitia explorar mi cuerpo.

El único sexo seguro es dentro del matromonio, nos libra de enfermedades sexuales, de embarazos no planeados, y lo más importante, de corazones destrozados.

No comas, pero tampoco toques, tan importante lo uno como lo otro... guarda tu vida con celo, cuida la vida que hay dentro de ti. Que no mueran tus sueños e ilusiones por las palabras de un astuto engañador o engañadora.

Y si hay alguien que diga "Ya es tarde para mí". Aún hay esperanza. Píde perdón a Dios por la desobediencia y decide abstenerte, y ni siquiera tocar; y podrás volver a caminar con tu frente en alto, mirar directo a los ojos y decir: "Me equivoque una vez, pero Dios me levantó y desde entonces no he vuelto a fallar. Nunca más nadie se volverá a aprovechar de mi vulnerabilidad y me guardaré para aquel que me sepa valorar".....  por supuesto, me refiero a aquel que ponga un diamante, sin importar el tamaño, pero un diamante en tu dedo.

Nunca más la muerte te tocará porque has decidido: No comer y no tocar aquello que Dios ha llamado prohibido.

¡Ánimo! que sí se puede...















martes, 3 de septiembre de 2013

Aprendiendo a Amar... porque los corazones no tienen suficiente amor para salvar un matrimonio.

No pretendo ser muy sabia, pero creo saber un poco más que cuando era una adolescente. Tal vez es por eso que me causa gracia ver parejas de novios entre los trece y quince años prometiéndose amor eterno... Y por otro lado, me da tristeza ver parejas con unos cuántos años de casados declarando que se les "acabó" el amor, e incluso algunos, a los pocos meses de la luna de miel ya pensando en la separación.

¿Qué es lo que sucedió? Sin lugar a dudas, gracias a la industria de la música, de Hollywood, de la mercadotecnia, etc.; tenemos un concepto distorsionado de lo que es el verdadero amor. Pero no es mi intención definirlo en estas líneas, quiero enfocarme en otra cosa.

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos soñado con el amor. Esa pareja perfecta que terminará por complementarnos y que hará de nuestras vidas un "vivieron felices para siempre". Nos enfocamos en cómo debe ser y lo que debe hacer, y lo que debe tener la otra persona para que supla todas mis necesidades y cumpla con todas mis expectativas, dejando por lado algo básico y fundamental, y no intencionalmente sino porque NO se nos enseñó así. Y antes de que te pierdas entre tantas letras, me estoy refiriendo a: nuestra natural incapacidad de dar amor.

Es paradójico, porque inicialmente fuimos creados para amar y vivir en armonía, tal vez por eso nuestra alma añora desesperadamente regresar a ese estado original. ¿El "jardín del Edén" te recuerda algo? Seguramente "algo" murió en la raza humana con aquella primer desobediencia de aquellos primeros seres vivos sobre la tierra, y de pronto, sin ser perceptible a los ojos humanos fuimos limitados... en tiempo,... en sabiduría,... en emociones.

Habrá algún "enamorad@" que levante su voz y no esté de acuerdo conmigo, pero repito, está "enamorad@"; y estar en ese estado de perfección donde se experimentan las emociones más bellas en el proceso de conseguir pareja no es lo mismo que amar. (Dicho sea de paso, si tu noviazgo te opaca en vez de hacerte brillar, aléjate de esa persona).

Estar enamorad@ no es lo mismo que amar. Te lo dice alguien que vivió ocho años perdidamente enamorada de su novio, pero hoy, al mirar hacia atrás, después de casi seis años de matrimonio y dos tremendos, pero hermosos hijos, me doy cuenta que apenas ahora estoy amando a mi esposo de verdad. Y no es porque se me de naturalmente (aunque mi esposo tiene muchas cualidades que hacen que sea fácil amarlo) sino porque Dios me ha estado enseñando a amar de verdad. Y eso te lo quiero compartir.

Una noche cansada de lidiar todo el día con las obligaciones, al llegar mi esposo le dije: "cuida de los niños, necesito salir un rato". Y me fui a una librería sin nada fijo en mente, al entrar y ver sin mirar, buscando solo distraerme, encuentro un libro, acto seguido me voy sola a un café a leerlo, es ahí dónde encuentro este grande tesoro: El gran secreto para dar amor es: si lo recibes primero.

A continuación te sintetizo lo que el capítulo decía:

Sólo podemos dar amor si lo recibimos primero. Nadie puede dar lo que no tiene. Si nos dicen "ámense unos a otros", "sean pacientes, amables, perdonen", sin que antes se nos explique que somos amados, es como expedir un cheque sin haber depositado dinero en la cuenta. Entonces no es de extrañar que haya tantas relaciones "sobregiradas". Los corazones no tienen suficiente amor para salvar un matrimonio.
El apóstol Juan nos da el orden correcto. Hace un depósito antes de decirnos que expidamos el cheque. Primero, el depositó: Dios nos demostró su amor enviando a su único Hijo a este perverso mundo para darnos vida eterna por medio de su muerte. Eso sí es amor verdadero. No se trata de que nosotros hayamos amado a Dios, sino de que él nos amó tanto que estuvo dispuesto a enviar a su único Hijo como sacrificio expiatorio por nuestros pecados (1 Juan 4.9-10)
Y luego de hacer un depósito tan espléndido y llamativo, Juan nos pide a ti y a mi que saquemos la chequera: "Amados, ya que Dios nos ha amado tanto, debemos amarnos unos a otros" (1 Juan 4.11)
El secreto de amar es vivir siendo amado. Este es el primer paso que olvidamos en nuestras relaciones... cuando fácilmente nos desmoronamos al toparnos con ciertas personas quiere decir que nuestro amor está arraigado en tierra equivocada. Podemos tener raíces en el amor de otras personas (que es voluble) o en nuestra decisión de amar (que es frágil). Juan nos dice que: "Dios es amor, y el que vive en amor vive en Dios y Dios en él" (1 Juan 4.16) Dios es la única fuente de poder.
Mucha gente nos dice que tenemos que amar. Sólo Dios nos da el poder de hacerlo. ¿Cómo podemos amar del mismo modo que Dios nos ama? Queremos hacerlo. Anhelamos hacerlo. Pero ¿cómo?
Si vivimos recibiendo amor, daremos amor.
1 Corintios 13. El capítulo del amor. Te desafío a que sustituyas tu nombre por la palabra amor:
 Martha es paciente, es benigna. Martha no es envidiosa, no es presumida, no es orgullosa.... Claro está que es falso. Soy a primera en decir que es un estándar muy alto que aún no puedo alcanzar. Nadie lo puede alcanzar. Nadie, excepto Cristo. ¿Acaso este pasaje no describe el inmesurable amor de Dios? Insertemos el nombre de Cristo en lugar de la palabra amor y veamos si concuerda:
Jesús es paciente, es benigno; Jesús no es envidioso; jesús no es presumido, ni orgulloso; no se comporta con rudeza ni es egoísta ni se enoja fácilmente ni guarda rencor; a Jesús no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. Jesús disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y todo lo soporta. Un día se dejará de profetizar y de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario, pues sabemos muy poco y profetizamos imperfectamente; pero siempre existirá Jesús.
En vez de dejar que este texto nos haga pensar en un amor que no podemos producir, dejemos que nos recuerde un amor al que no podemos resistirnos. El amor de Dios.
Algunos de ustedes estan sedientos de este tipo de amor. Aquellos que pudieron amarlos no lo hicieron. Te abandonaron en el hospital. Te abandonaron en el altar. Te dejaron con una cama vacía. Con un corazón roto. Con una duda interna: "¿Hay alguien que me ame?".
Por favor, escucha la respuesta del cielo. Dios te ama. De forma personal. Poderosamente. Apasionadamente. Otros te han prometido lo mismo y han fallado. Pero Dios hizo una promesa y la ha cumplido. El te ama con un amor incondicional. Y su amor- si se lo permites- te puede llenar y dejar con un amor que vale la pena compartir.

Es un escrito largo, pero lo creí necesario. A mí me ayudó a entender que necesito el amor de Dios para amar, amar de verdad, no por emoción, sino por decisión. Y me he dado cuenta que cuando el amor de Dios fluye en mi corazón debido a una constante comunión con él, me es fácil amar. Aún cuando me lastimen, me traicionen, me abandonen...

¡¡Yo estoy encantada!! Amar se ha hecho tan fácil últimamente... Te paso el secreto para que tengas una vida llena de amor hasta el último de tus días.


NOTA: Síntesis tomada el capítulo 3, del libro: Gente común en manos de un Dios poco común. Autor: Max Lucado.






viernes, 23 de agosto de 2013

¡Aterrador! No pudieron entrar por causa de su incredulidad.

No pretendo presumir, pero a veces leo la Biblia. Y el día de hoy ha llamado mi atención el hecho de que al estar leyendo aleatoreamente un capítulo del Antiguo Testamento por aquí y otro del Nuevo Testamento por allá, aparece dos veces la misma palabra: "Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en el día de la provocación".... Interesante, ¿acaso Dios quieres enseñarme algo? Dos veces la misma frase, así que puse un poco de atención.

En Hebreos 3, Pablo nos dice: "No perdamos de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos. Me refiero a Jesús, modelo de fidelidad..." Heb. 3:1-2 (BLP)

1) Lo que entendí, es que en primer lugar: profesamos una fe. Se supone que si nos llamamos cristianos, debemos andar por el mundo proclamando, pregonando, y gritando a los cuatro vientos que tenemos una fe, o sea, UNA ESPERANZA.

En más de una ocasión he visto y escuchado a hijos e hijas de Dios lamentarse, quejarse y llorar como los que no tienen esperanza, y me avergüenzo al decirlo, pero también yo lo he hecho.

Cuando las cosas no han salido como las habíamos planeado, cuando la vida da un giro inesperado y nos sacuden el suelo, cuando un evento marca de manera desfavorable nuestras vidas... es duro, y difícil proclamar una esperanza. Pero somos Hijos e Hijas de Dios y el consejo Bíblico es: No perdamos de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos: Jesucristo, que es el modelo de fidelidad.

Somos infieles cuando damos la espalda a nuestro Dios. Y generalmente eso sucede cuando dejamos de confiar en Él, cuando dejamos que la angustia, la desilusión, el dolor, la amargura y los miles de preguntas sin responder se aniden en el corazón. Cuando desviamos la mirada y la fijamos en nuestras circunstancias en lugar de ese modelo perfecto de fidelidad: Jesús.

¡Cuán importante es mirar a Jesús! Cuando lo miro a El, mi sufrimiento no se compara al que él soportó en la cruz, si me quejo que me traicionaron, él responde: "A mí también y lo llamé amigo". Si le digo que lo que me hicieron no fue justo, Él me responde un amoroso: "Tampoco a mi me trataron con justicia, no cometí pecado y aún así me crucificaron". Y si leo un poco más me doy cuenta que como cordero fue llevado al matadero y de su boca no salió queja... Sí, es de suma importancia mantener la mirada en Jesús, nuestro modelo de fidelidad.

2) Luego dice: "Así como Moisés estuvo al frente de la casa de Dios, ahora Jesús está al frente de la casa de Dios que somos nosotros". Heb. 3:2-6

 Y tres versiones lo dicen de la siguiente manera:

Reina Valera: (somos casa de Dios) si retenemos firme hasta el fin la CONFIANZA, (v.6)
Nueva Versión Internacional: (somos casa de Dios) con tal que mantengamos nuestra CONFIANZA y nuestra ESPERANZA. (v.6)
Traducción Internacional: (somos casa de Dios) mientras mantengamos firme la CONFIANZA y la ilusión que nace de la ESPERANZA. (v.6)

Aquí hay una condición, o sea, si no cumplimos con ella no podemos llamarnos "casa de Dios, pueblo de Dios, iglesia de Dios, hijos de Dios, cuerpo de Cristo, co-herederos de Cristo", etc. Y la condición es: Mantener la confianza, la fe, la esperanza, no un momento, sino hasta el final.

3) Se nos advierte:"No endurezcáis el corazón. 40 años el pueblo de Dios vio los milagros y maravillas de Dios en el desierto y aun así se atrevieron a tentarlo y probarlo". (v.8,9) No quiero extenderme mucho en este punto para no hacer más largo este escrito, pero, el pueblo de Israel después de haber visto la mano poderosa de Dios al librarlo de la esclavitud con todos esos milagros y prodigios, no tenían cara para dudar de El. Punto. Pero lo hicieron y Dios se enojo, y la consecuencia fue: No entrar en el reposo de Dios. En otras palabras, no entrar a la tierra prometida.

La tierra prometida, la bendición ya era suya, ¡¡¡y la perdieron!!! Por eso Pablo dice: cuídense de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e INCRÉDULO que los haga apartarse del Dios vivo (NVI) más bien exhortaos unos a otros día tras día, mientras dura ese "Hoy", para que la seducción del pecado no endurezca vuestras conciencias. Porque solo si mantenemos firme hasta el fin la confianza del principio, compartiremos la suerte de Cristo. (BTI) (v.12-13)

4) Habrá que mantener hasta el final la confianza del principio. Al principio es muy fácil emocionarnos. Pregúntenle a la gordita que decidida promete cada lunes iniciar la dieta para el martes olvidarse por completo de ella, o al que paga un mes del gimnasio para no volver la siguiente semana. Al inicio todo es fácil, lo difícil es permanecer.

Y nuestra lucha diaria es en este "permanecer", pero si queremos ver nuestra tan añorada tierra prometida tendremos que permanecer fieles, confiando en la esperanza que tenemos, confiando en lo que El ha dicho.

Termina el capítulo diciendo: como podemos ver, no pudieron entrar (a la tierra prometida) por causa de su incredulidad. Por su falta de fe. (v.19)

¿Aterrador? sí.
Puedo perder mi tan añorada bendición al pasarme la vida renegando y dudando si en realidad Dios dijo lo que creo que dijo, o que tal vez ya se olvidó de lo que me prometió. Si lo tiento dudando de su fidelidad, o lo pruebo diciendo: Si realmente eres Dios...

LA INCREDULIDAD: Nos endurece el corazón de tal manera que aunque tengamos frente a nuestras narices el más grande de los milagros, estemos indiferentes al mismo. Nos impide ver todas las bendiciones que Dios nos da al centrarnos sólo en aquella cosa que quiero en el momento, olvidando la providencia divina de la vida, la salud, el alimento.... la salvación.

Y Dios se lamenta: "Siempre andan vagando en su corazón y no han conocido mis caminos". (v.10) Conocieron sus obras, pero no conocieron al Dios de las obras. Conocieron la bendición, pero no al Dios  de la bendición, y pensar que hay tantos que le siguen solo por lo que pueden obtener de él, pero no lo conocen a El.

40 años vieron maravillas en el desierto y dudaron. ¿cuántas veces has visto las maravillas de Dios en tu vida? No nos atrevamos a dudar de Su poder solo porque no responde a nuestro lloriqueo o caprichos momentáneos.

Pero qué diferencia, veamos la otra cara de la mondeda. Seguramente le conocía muy bien el que escribió: "El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?" Romanos 8.32

Dios nos ha dado lo más preciado que tenía: la vida de su propio hijo para la salvación de nuestras almas. No nos atrevamos a dudar por un instante.

Nótese la confianza con la que Pablo dice: "¿no nos dará también junto con El todas las cosas?". Cuando conoces el carácter y la esencia de Dios es fácil creer. Podemos estar seguros que: Sí, hay un Dios que nos ama. Sí, hay un Dios que ha prometido. Y sí, hay un Dios que no nos fallará.

No echemos a perder los planes que tiene par nuestras vidas al divagar en nuestros corazones y esperar sólo de su mano la bendición. Busquemos al Dios de la bendición y conozcamos le al grado de estar 100% seguros de quién es El y jamás, jamás volver a dudar de Su Amor, Poder y Fidelidad.

No se diga de nosotros: había grandes cosas de parte de Dios para ellos, pero por causa de su incredulidad no las recibieron.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cuando la oscuridad es necesaria

El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto! Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar. (Juan 20:1-9 NVI)


Juan el que llegó primero pero se quedó fuera,
Pedro el que llegó después pero que sin dudar entró.

Me encanta cómo se plasman sus personalidades, y es que sin importar nuestros temperamentos, Dios no hace acepción de personas.

Se les había dado una promesa, que el Hijo de Dios al tercer día resucitaría, pero en todo el transcurso de la agonía, desde la conmoción de la traición de Judas y su suicidio, el arresto y crucifixión del Maestro, el tener que esconderse por no saber si ellos correrían la misma suerte, y el dolor de haber perdido a quien les brindaba seguridad y alivio: al gran amigo, habían olvidado lo prometido.

"Cuando todavía estaba oscuro". En la vorágine de las grandes pruebas, ahí dónde las fibras más sensibles del corazón son estremecidas ante la amenaza de una pérdida inminente sin la posibilidad de recuperarla,  entre las acrobacias mentales y el estrés que recorre el cuerpo, y los químicos que produce el cerebro que hacen que los pensamientos se entorpezcan... Ahí, es donde, por razones obvias olvidamos lo que Dios ha dicho.

Dicen los que han pasado noches en vela que cuando ya va a amanecer, se pone más oscuro. Cuando la oscuridad abraza nuestras vidas y no podemos ver ni siquiera un atisbo de luz a la distancia, cuando las fuerzas sienten desfallecer,  la respiración no alcanza y arde el pecho, cuando el llanto ahoga nuestros pensamientos.... Así es, la oscuridad no es un lugar para disfrutar.

Jesús mismo tuvo su momento oscuro: bajó al mismo infierno y quitó las llaves de la muerte a Satanás. No creo que la travesía haya sido de lo más placentera. La Biblia no da detalles, pero ni siquiera la imaginación más frondosa puede acercarse siquiera a lo que en realidad fue.

La oscuridad es necesaria. Sin ella no valoramos la presencia de la luz. Es ahí donde se nos forza a caminar por fe, humanamente hablando no hay certeza ni seguridad alguna, el golpe puede venir por doquier, pero espiritualmente hablando, es ahí donde podemos aprender a confiar "ciegamente" en Aquel que nos ha prometido, y que jamás ha dejado caer ninguna de sus palabras a tierra.

Lo sé, no lo entendemos. Pero el reloj de Dios sigue corriendo y su tic-tac no se detiene. Habrá un momento, un día, una fecha en el calendario del Altísimo y entonces amanecerá. Y con los primeros rayos de luz, nuestros ojos podrán ver. "Y vio y creyó". Junto con la vista vendrá la fortaleza de nuestra fe, jamás volveremos a ser los mismos, puesto que nuestros ojos lo han visto, o mejor dicho, Le han visto. Hasta ese momento, entenderemos el por qué de la oscuridad. "Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar".

Era necesario que el Hijo de Dios pasara por todo ese sufrimiento. Una vez pasada la prueba tendría la mayor de las victorias. Y a través de El, muchos, miles, millones más también pudieran vivir.

Jesús nos mostró el camino a seguir en medio de la oscuridad. Si seguimos sus pasos, el tercer día llegará y volveremos a vivir, el aliento volverá, podremos sonreír, las vendas que nos ataban se caerán, la piedra, los problemas se removerán y podremos salir a la luz y caminar, hasta entonces podremos avanzar. Y con nuestro ejemplo y experiencia podremos decir a muchos, bendecirles con sabias palabras, diciéndoles: sigue adelante no temas, este momento pasará, a veces es necesaria la oscuridad, pero el día llegará y con el, la más grande de tus victorias.

Martha Martínez,
Agosto 2013.




lunes, 12 de agosto de 2013

No temas II

Hace tiempo publiqué un escrito titulado No Temas...

Estaba soltera, vivía en casa de mis padres, y como quien dice no tenía mayor preocupación que contar los días para que mi novio regresara de sus estudios fuera de la ciudad, entre otras cosas.

No quiero minimizar las complicaciones que tenía en aquella época, pero al crecer un poco y con ello hacerme de unas cuantas responsabilidades, mis hijos, mis temores ahora son muy diferentes.

Nunca he temido a la muerte, en lo que a mí persona se refiere nunca le he dado tanta importancia, la enfermedad nunca me quitó el sueño, gracias a Dios, en mi familia hemos sido muy sanos, sólo gripes y una que otra cosilla por allá, pero como digo, gracias a Dios nada de gravedad.

Pero ahora, ahora agradezco a Dios por la vida y la salud. He aprendido a valorarlas como preciados tesoros más allá de lo material. No temo a la muerte, pero le ruego a Dios me de vida para ver crecer a mis hijos y verlos realizados. No temo a la enfermedad, pero clamo al Altísimo por salud para los míos y que nuestra calidad de vida jamás sea disminuida.

Pero entre las mil y un complicaciones que se presentan al crecer, aunado a la inmadurez del sistema inmunológico de los pequeños, me he llevado un que otro susto por ahí. Y ruego a Dios!!! Ruego con toda el alma que no haya sorpresas en nuestro caminar, y si las hay que sea yo quien las padezca, jamás mis pequeños...

No temas... palabras tan profundas cuando se trata del fruto de tus entrañas. Es Él y sólo Él quien puede cuidar de los míos con Sus manos  poderosas, sin importar cuánto me esfuerce, yo no soy suficiente. Es entonces cuando tengo que recordar todas Sus promesas. Lo que El ha prometido sobre ellos... y que El es quién está más interesado en su bienestar.

No temas... 366 veces mencionado en la Biblia. Una para cada día del año, incluso los años bisiestos.

No temas, por favor, Martha... No temas!!!

domingo, 11 de agosto de 2013

El Dios que traiciona

Job 5.17-19

5:17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; 

Por tanto, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
5:18 Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; 
El hiere, y sus manos curan. 
5:19 En seis tribulaciones te librará, 
Y en la séptima no te tocará el mal. 

Siempre podemos tener la seguridad que en La Biblia, la Palabra de Dios, tendremos una respuesta a cada uno de nuestros estados de ánimo.

Dios corrige... algunos no estarán de acuerdo conmigo, pero soy de las que cree que Dios nos "jala las orejas" de vez en cuando para corregirnos el rumbo, o bien, nos priva de ciertas respuestas para enseñarnos grandes verdades.

Y cuando eso sucede, el verso 17 nos dice que debemos considerarnos afortunados porque es Dios quien nos quiere enseñar algo.

T.D. Jakes dice lo siguiente:

"Hay tiempos en los que aparentemente Dios está ausente. Pero no es así. Aunque no lo sintamos El está ahí enseñándonos "algo". Sentiremos que nos ha abandonado, algunos osaremos pensar que nos traicionó, nos sentiremos defraudados y heridos por Aquel que prometió nunca dejarnos y darnos todo lo que pidamos... pero El es el que "hiere y sus manos curan". Si nos hemos sentido así, quiere decir que, El ha decidido operar en un ámbito totalmente desconocido para nosotros.


Es muy, muy difícil confiar en Dios cuando no vemos Su respaldo, pero eso es precisamente lo que El quiere que hagamos: que confiemos. Y aunque las cosas estén de mal en peor, y cuando te digan, te pregunten ¿Dónde está tu Dios? que no pierdas el ánimo, no pierdas la fe,  Tu tiempo no es el de los hombres, tu tiempo es el de Dios. Sus métodos podrán desconcertarte, sus enseñanzas no tendrán sentido aparente en el momento, pero los resultados serán simplemente sorprendentes.



Dios obrará milagrosamente en tu vida porque confiaste en El mientras trabajaba en el ámbito de lo invisible."



A veces estar en el desierto, en un naufragio, en una celda o en una cruz también es la perfecta voluntad de Dios.

Martha Martínez de Valle




miércoles, 7 de agosto de 2013

Sólo obedecer...

"Esta no era la forma en que yo planeé esto Dios"

¿Te has encontrado a ti mismo diciendo estas palabras? Yo sí.

Y si hay alguien en la historia con el derecho de sentirse frustrado y dirigirse a Dios con estas palabras es justamente José. No, no José el soñador. José el de: "Jesús, María y José", el que al parecer al principio tendría un papel fundamental en las Escrituras, pero que después del pasaje de "Jesús en el templo" lo perdemos de vista.

Imagina a José a 5 días de distancia lejos de su hogar, solo él y María en un establo maloliente,  rodeados de animales, y su amada esposa a punto de dar a luz. Definitivamente esta no había sido la forma en que él había planeado el alumbramiento de su hijo, perdón, del Hijo de Dios.

Después de todo, ¿qué no que fue un ángel quien anunció el nacimiento de Dios en la tierra? Cuando menos toda una cuidad debiera estar festejando este momento, pero no. Solo las estrellas eran testigos de tal acontecimiento.

Pero no era el hijo de José, era el Hijo de Dios y la idea había sido Suya, este proyecto era de Dios. Y las cosas no estaban resultando de la manera que José había pensado. A veces nos hemos llegado a preguntar por qué Dios obra de la manera que lo hace.

José lo cuestionó, pero aunque no lo entendía, hizo lo único que sabía hacer: obedeció. Cuando lo llamó el ángel. También cuando María le explicó. Obedeció cuando Dios lo mandó.

Fue obediente a Dios.
Fue obediente cuando el cielo brillaba.
Fue obediente cuando el cielo estaba oscuro.
No permitió que su confusión alterara su obediencia. No lo sabía todo. Pero hizo lo que sabía: obedecer.

Tu, al igual que José, no puedes ver el cuadro completo. De la misma manera que José, tu tarea es ver que Jesús adentre una parte de tu mundo. Y al igual que José puedes escoger: obedecer o desobedecer. Por haber obedecido, Dios lo usó para cambiar al mundo. ¿Puede Dios hacer lo mismo contigo?

Somos gente común que sirve a un Dios poco común. ¿Servirás aun cuando no comprendas?
Podremos hacernos todas las preguntas del mundo en nuestro caminar con Dios, y tal vez Dios no las responda, pero habrá una pregunta que El jamás dejará de responder. ¿Dios estás conmigo?

Escucha el llanto del bebé en el pesebre. ¿Se interesa Dios?¿Le importamos a Dios?¿Ama aún a sus hijos?

Por medio del pequeño rostro del bebé nacido en el establo dice que Sí.
Sí, tus pecados son perdonados.
Sí, tu nombre está escrito en los cielos.
Sí, la muerte ha sido derrotada.
Y sí, Dios ha entrado a tu mundo.
Emanuel. Dios con nosotros es.

Nota: Adaptación y síntesis del capítulo 1: La oración de José, del libro: Gente común en la manos de un Dios poco común, Autor Max Lucado.


viernes, 28 de junio de 2013

Dios escucha...

"El oyó mi voz desde su templo..."

Cuando nuestras vidas agradan a Dios podemos tener la confianza de que Dios "siempre nos escucha" (Jn.11:42)

Y no hablo necesariamente de tener vidas perfectas, aunque en alguna parte de las Escrituras se nos exhorta a "ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto", no se refiere a  vidas sin errores sino a "desear y apuntar hacia la perfección, y seguir adelante en gracia y santidad... De tener la intención de conformarnos a la imagen de nuestro Padre celestial, ya que se espera más de los seguidores de Cristo que de los demás".

No, Dios no espera que vivamos vidas libres de errores, El nos formó y sabe de nuestras fallas como humanos, "se acuerda de que somos polvo". Él es realista al saber que fallaremos. Si no me creen, pregúntenselo a Pedro. 

Jesús sabía que Pedro le iba a negar, incluso se lo dijo: "antes de que cante el gallo me habrás negado tres veces". Y de igual manera, Él sabe cuántas veces más habremos de pecar de aquí hasta nuestro último respiro, pero eso no le preocupa, de echo ya tiene todo solucionado. Él sabe que su Sangre es suficiente para perdonar todos nuestros pecados y no solo los nuestros sino los de toda la humanidad; trata de imaginar el poder de Su sangre para poder perdonar todos los pecados de 7 billones de personas en el presente año, más los pecados de los que vivieron dos mil años atrás y los que vivirán hasta que el mundo se acabe. No, el pecado no le tiene preocupado, ese asunto ya fue solucionado.

Sabía que Pedro iba a fallar, sin embargo, no por eso le dejó de amar. Incluso dias después, cuando Pedro se sentía reprobado, le fue a buscar y lo llamó por su nombre y le preparó un platillo para comer y lo confrontó con el verdadero problema: "Pedro, ¿me amas?".

Jesús dejó en claro que no es el error sino el amor lo que le importa. El quiere saber si hay amor en el asunto. Siempre y cuando haya amor en nuestro corazón hacia Dios, no importa cuántas veces tropecemos, el amor triunfará. Dios es amor, el amor nos levantará, ya que sin amor, nada somos.

Y no es que tengamos luz verde para pecar, "al cabo que Dios me perdona". No, repito: el enfoque no está en el error, sino en el amor.  Si nos enfocamos en el error, seremos legalistas y No se trata de tener una lista de lo que no se debe hacer porque es malo; en cambio si el enfoque es el amor,   no querremos hacer lo malo porque amo a mi Dios.

Dios sabe que somos humanos y que somos imperfectos, pero sabe que nacimos con la capacidad de aspirar a ser mejores cada día para parecernos cada vez más a nuestro Padre celestial. Él sólo mira el corazón. Él mira y se pregunta: ¿hay amor en nuestra relación?, ¿me amas, Pedro, me amas?

Pareciera una paradoja, amamos a Dios y le fallamos. Imposible no fallar, somos humanos, débiles e inconstantes, para nuestra vergüenza y al mismo tiempo para nuestra ayuda, Él ya lo sabe... Y ahora tú lo sabes. Lo que necesitas saber es: ¿todavia hay amor en tu corazón para Dios?

Cuando Dios mira ese amor en tu interior sabe que eres "conforme a Su corazón". Pregúntaselo al Salmista. Cuando tu corazón es para con Dios, a pesar de lo bien o mal que hayas actuado, puedes acercarte a Él con la confianza de que te escuchará. Sus oídos jamás estarán cerrados al clamor de quien aún siente en su corazón, la a veces débil, punzada de la llama del amor. 

Tus errores y a veces horrores no le asustan. Si has caido, ¡clama, no calles!, su oido esta esperando escuchar tu voz. Habrá quiénes el pecado les ha revolcado y golpeado tanto que ni fuerzas tienen para hablar, no importa, tal solo un gemido, un simple quejido será suficiente, él escuchará.

"En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos" Salmo 18:6

¿Le amas? Eso es todo lo que importa. El escuchará...

Martha Martínez,
Junio 2013.

jueves, 20 de junio de 2013

Para ganar almas en la calle hay que dar clases en el aula...


Una vez escuché a un joven decir: ya basta de clases sobre noviazgo y sexualidad en la iglesia, lo que necesitamos es salir y hacer algo para ganar almas.

A lo que estuve de acuerdo y a la vez no. Es verdad que tenemos que ganar almas para Cristo, esa es nuestra gran comisión, de eso no discuto ni tengo nada que alegar. Pero de lo otro...

Poco tiempo después llega otra persona conmigo a desahogar sus penas en una plática tipo ministración. Su mundo se derrumbaba porque a estas alturas de la vida sus padres habían decidido divorciarse. Mientras le escuchaba no podía dejar de pensar que no importa la edad que se tenga, el divorcio siempre trae destrucción en menor o mayor grado. A más de sus 20 años de edad por primera vez sentía una incertidumbre e inseguridad que jamás había sentido y ahora dudaba de todo y de todos, hasta de si su futuro pudiera ser prometedor.

Al ver sus lágrimas y su mirada vacía me ardió el corazón. Tal vez porque muchos años atrás yo era una niña de 5 años que atravesaba por este mismo dilema, pero que gracias a Dios mi hogar no se destruyó.

Por lo tanto he llegado a una conclusión: A no ser que te vayas a las naciones de misionero para ganar almas para Cristo, lo mejor que podemos hacer el resto de nosotros es: encontrar una buena pareja con la cual podamos pasar el resto de nuestras vidas juntos hasta que la muerte nos separe, literalmente, "Hasta que la muerte nos separe". Así podremos criar hijos espiritual y emocionalmente sanos, seguros de sí mismos y firmes en una fe que puede hacer frente a cualquier situación que amenace con la destrucción, porque han sido testigos de ello en sus propios hogares.

Personas así, serán la solución a una sociedad decadente que no sabe distinguir entre el bien y el mal porque en algún momento de sus vidas fueron dañados, se sintieron defraudados o abandonados. Hogares firmes e hijos felices serán el mejor testimonio por el cual "el mundo" quiera tener lo que tienes: Un Dios vivo y real en tu corazón.

De ahí la importancia de enseñar a nuestros jóvenes a escoger bien a su futura pareja. Clases de noviazgo y sexualidad que enseñen a no unirse en yugo desigual, y no solo me refiero a la fe; de escoger a la persona con quien se tienen intereses, valores y metas en común, y no hacer caso a aquello que dice que "los opuestos se atraen", cosa que es verdad, pero que rara vez perdura ya que es prácticamente imposible pasar toda una vida con alguien en lo que difieres casi en todo, por ser precisamente eso: opuestos.

Maestros que enseñen, aun en contra de lo que la sociedad grita y señala por pasado de moda, una vida de pureza sexual, sabiendo que es mucho más lo que se pierde que lo que se gana al explorar lo prohibido... cosa contraria cuando se tiene la bendición del matrimonio.

Matrimonio, palabra y concepto cada día más degradado y pasado de moda... Debemos enseñar de la dicha del mismo. Debemos rescatar aquellos valores y principios que Dios estableció desde el comienzo.

Y se cumple la Palabra de Dios cuando dice: "en aquellos tiempos a lo malo llamarán bueno y a lo bueno llamarán malo"...

... Ayúdanos Dios!!

Quiero aclarar que al escribir estas líneas no es mi intención juzgar, estoy completamente consciente que para algunas personas las circunstancias no les dejaron otra opción y ahora tienen que caminar sin una pareja a su lado. Me duele pensar que hay hombres y mujeres que tuvieron que huir de esa relación destructiva por bien propio y de sus hijos, por violencia, uso de drogas y cosas peores... De aquellos que tuvieron que decir: "No más"... No se sientan ofendidos, al contrario, rogamos a Dios por su pronta restauración.

Escribo para aquellos que aún pueden evitar pasar por el infierno de la separación, para aquellos que aún pueden aprender de los consejos y de los errores de los que ya nos precedieron.

Hagamos esto sin descuidar aquello: ganemos almas, pero no olvidemos enseñar fuertes bases a nuestros jóvenes para producir matrimonios fuertes, familias fuertes, y eventualmente, la firme sociedad con la que hemos soñado.

Martha Martínez,
Junio 2013.



sábado, 27 de abril de 2013

Soberbia

El rey David decia: ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. (Salmos 19:12, 13 RVR60)

David pedía ser librado de ls soberbia para no caer en rebelión... Lo que me llama la atención es que un soberbio no puede hacer esta sencilla oración, ya que se requiere cierto grado de humildad para reconocer que necesitamos la ayuda y provición divina. Solos no podremos vencer.

Pero sigue la interrogante en mi ser ¿cómo ayudar a un soberbio, si ellos no necesitan ayuda? ¿Cómo decirles que están mal, si nunca se equivocan?, ¿Cómo hacerles entender, si ellos lo saben todo?, ¿cómo decirles que necesitan ser más humildes, si con el simple comentario se alteran y te responden: ¡yo no soy soberbio!?

Ahora si que sólo Dios. Sólo Dios..


domingo, 21 de abril de 2013

Mi café...

Dos semanas estresantes... Tantas preguntas sin respuesta, y dos chiquitines demandando toda mi atención.

Desde un "mira mami que mi hermanita no me deja", hasta, " mami, ¿me enseñas a jugar pin-pon?" Y mi taza de café se enfría...

Corre el tiempo y debo correr junto con el... Porque las fieras no esperan.

Feroces mis anhelos, debo esperar, y al mismo tiempo correr. Lo más próximo que puedo hacer es suspirar y tratar de saborear los placeres que una galleta de chispas de chocolate sabe dar, ¿o debiera decir dos o tres galletas?

Igual, suspiro, saboreo, sorbo mi taza de cafe que es sólo para mí y que al parecer por el momento es lo único que puedo controlar, hasta que una vocesita me interrumpe: "¿me das café mamá?...

Corrijo... Me iré a lavar platos, que al parecer es lo único que puedo controlar.....

Ahora ninguna voz se escucha.

miércoles, 3 de abril de 2013

El lavadero

Ya mi niño tiene 3 años. El tiempo pasó corriendo, y él crece aún más rápido que eso.
Anoche salí apresurada al área de lavadero, dicho de paso, área que mi niño sabe tiene restringida por los peligros de los detergentes, blanqueadores, químicos, etc., y dejé la puerta entre abierta. Fue menos de dos minutos, pero al querer entrar entre las prisas, al poner mi mano en el dintel, el portazo!! Mi hijo con todas sus fuerzas habia cerrado la puerta y me agarró los dedos a la altura de los nudillos. Vi estrellas, la luna y los planetas!! Subió el furor, se asomaron unas lágrimas, pero las contuve más por orgullo, ya que el dolor era considerable.

Regañé a mi pequeño de forma nada ortodoxa, él se echa a llorar y entre sollozos me dice: " Es que la cedé pada que mi hedmanita no se salieda". Al instante me tragué el dolor, el orgullo y ahora sí,las lágrimas rodaron. En su infantil mente él estaba protegiendo a su hermanita de los "peligros del lavadero". Lo tomé en mis brazos, lo abracé lo más fuerte que pude y lo besé tántas veces hasta calmar su llanto. Le dije: " mi amor, pérdona a mamá, le dolió mucho su mano por eso levantó mucho su voz"... Con su tierna voz de niño me contesta: " si mamá, pelo no lo vuelvas a haced, tú debiste cedad la puedta".

Mi pequeño tenía toda la razón. Está creciendo más rápido de lo que creía, a su tierna edad ya muestra señales de madurez, y enseña a mamá las más bellas lecciones de vida. Nunca imaginé tener a tan bello maestro en mi hogar. Me sorprende ver en él éstos destellos tan perfectos, a pesar de los defectos de su siempre apresurada mamá.